tag:blogger.com,1999:blog-18369761464173991372024-03-19T17:42:10.911+01:00Desnudando cuerpos y almasBlog de historias, algunas eróticas, con las acariciar el alma y la mente, desde el otro lado del espejo.EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.comBlogger18125truetag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-63880360619529736752016-12-13T09:56:00.003+01:002016-12-13T09:58:04.350+01:00Borrar lo que escribimos.["BORRAR LO QUE ESCRIBIMOS", colaboración en <a href="http://dekrakensysirenas.com/borrar-lo-que-escribimos-ericajade_es/" target="_blank">krakens y sirenas</a> el 20 de Abril de 2016]<br />
<br />
El folio parece bailar al ritmo del temblor de mis manos. Los ojos
siguen brillantes por la emoción. Hace una semana que estoy de vuelta,
en casa, y acaba de llegarme la carta. Tengo clavada en la memoria su
sonrisa y mirada tierna, con el flequillo casi tapándole un ojo, de esa
manera descuidada en que le gusta llevarlo. Estábamos en la cocina esa
última mañana, con el desayuno por testigo y casi sin tocar; acariciaba
mis manos distraídamente, como si fuera una conversación más de las que
habíamos tenido ese mes.<br />
<br />
Un mes. Un mes entero, con sus días y sus noches, que no podré
olvidar. Me lié la manta a la cabeza y decidí no partir mis vacaciones
este año. La situación en casa llevaba meses tensa, ambos necesitábamos
un poco de distancia, así que mataba dos pájaros de un tiro (y no sabía
si, de paso, las pocas esperanzas vanas que aún me quedaban). El pensar
en un contacto de una red social, a quien no has de dar muchas
explicaciones porque no sabe demasiado de la situación en casa, se me
antojó perfecto como vía de escape.<br />
Se lo propuse y aceptó, así de sencillo. Y así ha fluido todo desde
el principio, con una compenetración que no admitía dudas ni reparos.
Vive junto al mar, ¿cómo no iba a apetecerme? Eso me dije…y que es buena
gente, y que me transmitía un buen rollo que no podía ignorar. Eso
también me lo dije. Lo que hice fue ignorar el magnetismo de su sonrisa y
su mirada tierna. Malditos ojos. Maldita boca.<br />
<br />
<a name='more'></a><br />
Todo ha sido sencillo, demasiado fácil; como deslizarse por un
tobogán donde se mezcla la emoción, la sonrisa boba de los inicios y una
atracción imposible de ignorar. Desayunos interminables; tardes de
siesta, libros y juegos de miradas; noches de copas tras la cena, con
charlas cargadas de risas. Y deseo, mucho deseo impregnándolo todo…<br />
¡Con todo lo que intenté resistirme! Porque no sólo había que pensar
en quien había dejado en casa, además tenía que lidiar con los
prejuicios que mi cabeza estaba encantada de recordarme. “¿Cómo vas a
tener una aventura la primera vez que te permites unas vacaciones sola,
en años? ¿Tan facilona eres?” Esos pensamientos me atormentaron unos
días, pero claudiqué. La culpa la tuvo el mar, que me hace olvidarme
hasta de mi nombre.<br />
<br />
Al principio fuimos a una playa donde disfrutar de la brisa y el mar;
con el paso de los días, el aumento de las confidencias y la confianza,
también se incrementó la tensión sexual que flotaba en el ambiente, así
que acepté sin titubear la propuesta de ir a una playa nudista. No era
la primera que pisaba pero sí lo era yendo con estas ganas impregnando
mi piel. Ni con mi marido, por Dios, aunque algún día nos había animado
la noche el ir a una.<br />
Desde que vi desaparecer la ropa de su cuerpo, hasta el último rayo
de sol que disfrutamos allí, fui incapaz de disfrutar del mar como suelo
hacer. Miradas furtivas que corrían a esconderse al principio, aunque
sólo por mi parte. Las caricias de la brisa recorriendo mi cuerpo, TODO
mi cuerpo, y su cercanía fue un cóctel que me empapó; un cóctel con el
que me dejé embriagar y del que quería emborracharme. Me buscaba la
mirada de vuelta a su casa y dejé que la encontrara. Hubo algún roce de
manos y, finalmente, su mano se atrevió a posarse en mi muslo. El coche
se llenó de silencio. Sin tensión ni dudas.<br />
<br />
“¿Qué estás haciendo? No vas a ser capaz…”, eso me susurraba una voz
cada vez con menos fuerza. El primer beso fue tan lento que pensé que
alguien grababa mi vida a cámara lenta. Aún tengo viva la sensación de
sus labios en los míos.<br />
El beso de otra mujer. Me supo a gloria bendita, ése y los
siguientes. Mis manos se morían de impaciencia y curiosidad por conocer
su piel. Bajo la ducha todo se deslizaba recorriendo nuestros cuerpos:
el agua, llenando nuestras bocas y rincones; las manos, las lenguas y
labios seguían los ríos de agua, sin prisa, descubriendo. Sus pechos,
¡cómo gocé de sus pechos! Todas mis fantasías quedaron reducidas a
sueños, tontos y pequeños, ante el deleite de la dureza de sus pezones
en mi boca.<br />
El calor de su sexo llenó mis dedos, mi mano y mi boca. Quería
llevarla al delirio. Y eso que mi cuerpo no parecía estar hecho para ese
pecado, una delicatesen que me había estado negando a mí misma hasta
ahora. Fue la primera noche que dormimos juntas. Aún quedaban algo más
de dos semanas allí; cuando mis miedos hicieron amago de aparecer, les
di una patada y los emplacé para la vuelta a casa. Los mejores quince
días de mi vida, ni mi luna de miel… ¿Cómo podía ser?<br />
<br />
Eso me preguntaba aquella última mañana en la cocina, con sus dedos
enredados en los míos, sin casi poder hablar mientras ella me hablaba de
un ‘hasta luego’. “La vida tiene un as guardado en la manga para quien
tiene algo tan especial, me decía. Y mi absoluta certeza de que estaba
equivocada no me permitía emitir una sola palabra. ¿Para qué rebatirle?
Quizá tuviera razón, pero yo estoy convencida de que las circunstancias
mandan y a mí la vida nunca me trajo segundas oportunidades.<br />
<br />
Apenas hablé, me contenté con pedirle unas últimas horas de caricias, abrazos y besos interminables.<br />
Y aquí estoy, con un vacío que no consigo hacer bajar, uno que se ha
alojado en el hueco donde acaba mi garganta y comienza mi pecho. Sus
palabras bailan ante mis ojos. Las releo una y otra vez. Mi cuerpo
entero tiembla ante la lucha interna entre el “quizá tenga razón” y el
“ojalá, cielo, pero no tienes ni puta idea de cómo funciona el mundo”. Y
vuelvo a leerla, una vez más…<br />
<br />
“No te diré que la casa está vacía sin ti, soy yo la que se siente
vacía sin tu presencia cerca. Sé que ha sido real, honesto, esto es amor
mi niña preciosa.<br />
Si decides saltar a ese precipicio que te parece ver, aquí estoy. No
lo dudes un instante, ni el tiempo ni la distancia podrán borrar lo que
escribimos en la piel.<br />
Te llevo impregnada en mi ser. Te espero.”EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-42612541810934794762016-07-21T11:23:00.000+02:002016-07-21T11:23:45.464+02:00Cambio de Rumbo III<div style="text-align: justify;">
["RUMBO FIJADO": colaboración en <a href="http://dekrakensysirenas.com/rumbo-fijado-ericajade_es/" target="_blank">krakens y sirenas</a> el 29 de Junio de 2016]</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
El sol calienta, casi quema la piel que
ya muestro y claro, como todos, echo de menos lo que no tengo. Ahora me
gustaría que anduviera lloviendo, con el sonido de las gotas golpeando
la ventana. Sí, la usaría como excusa para esta tristeza que se me ha
agarrado al corazón. No hay nada roto, sólo ha sufrido arañazos pero
este cambio de rumbo ha sido forzado, así que le he pedido tiempo y me
lo ha dado; ninguno de los dos esperaba que yo me fuera a sentir así,
sobre todo yo. ¡Con lo que había meditado la situación y sus posibles
consecuencias!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquella primera vez en el motel, eso
recuerdo ahora… ¡Si lo hubiéramos dejado ahí! Pero él, una vez abierta
la puerta, quería más. Fue excitante, diferente; encontré en aquel motel
a un hombre al que no conocía, que me hizo mirar a una parte de mí que
no reconocía tampoco. A pesar de que yo había hablado de reglas, ciertas
normas para fluir ambos en la misma dirección, una vez allí, ninguno de
los dos las cumplimos. El sexo pasó a ser salvaje, usábamos las miradas
de amor y deseo, tan reconocibles entre nosotros, como preliminares
para embestirnos a continuación como si jamás hubiésemos follado juntos.
Hasta esa noche nunca había desconectado tanto de la que suelo ser; me
olvidé de quién he sido o cómo suelo ser. Y me gustó.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
A partir de ahí hubo una complicidad
nueva al mirarnos, las caricias eran diferentes porque sabían lo que
podían llegar a conseguir y la profundidad que habían experimentado a
través del sexo. Un motel y una fantasía de dos, cumplida, nos había
transportado a otra dimensión en la relación. La mezcla de sorpresa y
emoción en mí tardaron en desvanecerse. Creo que presintió cuándo
comenzaba a pasar y decidió que era momento de otra aventura.</div>
<div style="text-align: justify;">
Se cogió unos días de vacaciones, ¡una
semana entera para nosotros! No podía creerlo. Me sorprendió apenas una
semana antes de la fecha (sabe que no tengo problema en cogerme días
cuando sea), con sitio y hotel reservado. Esta vez sí me llevaba a un
hotel de cuatro estrellas junto a la playa. Me encantó la elección. Nos
fuimos al sur, en busca de algo más de calor porque mayo no nos daba
mucha tregua con las temperaturas. Tuvimos un par de días en los que las
horas que pasábamos en la playa rivalizaban con las que pasábamos en la
cama, ya fuera durmiendo o con el sexo que apeteciera en aquel momento,
salvaje o suave. El tercer día me dijo que tenía ganas de jugar de
nuevo y me propuso vestirnos algo diferente, de una manera un poco más
atrevida que de costumbre, “para intentar buscar de nuevo a aquellos del
motel”, dijo. Y eso hice, buscar a aquella sin ropa interior de la
noche del motel.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La idea me excitó, me puso en situación.
No me lo contó, pero con el avance de la noche me di cuenta que lo
había planeado todo; no dudó ni un instante en el recorrido hasta el
restaurante donde fuimos y donde el ambiente que se respiraba también
era poco habitual. Era parte de un hotel grande y precioso, con una
música de fondo, luz ambiental y otros pequeños detalles diferentes. Sí,
contaba con pequeñas velas en cada mesa pero no había manteles, tan
sólo unos salvamanteles preciosos, de un blanco inmaculado con bordados
en rojo y plata, a juego con la luz de la pared.</div>
<div style="text-align: justify;">
Al principio simplemente me fijé en que
eran muy hermosos, pero me cuesta quitarle ojo a mi amado y fue ya en
los postres cuando, siguiendo su mirada, me percaté que la ausencia de
manteles permitía ver con nitidez todo aquello que pudiera pasar bajo la
mesa… El jugueteo de manos, inocente algunas veces o adentrándose en
los muslos; algún pie desnudo de excursión por pantorrilla ajena; el
abrirse de piernas jugando a subir el vestido y dejando entrever que no
era la única con el sexo al descubierto…</div>
<div style="text-align: justify;">
Me excitó. De nuevo, salía de mi zona de
confort y la situación me ponía cachonda. Acabábamos el postre y,
cuando pensé que pediría la cuenta, me ofreció la mano invitándome a
seguirle. Pidió al camarero que cargaran la cena en la habitación 212.
“Tiene fijación con ese número”, pensé; pero lo verdaderamente extraño
era que hubiera reservado allí otra habitación. Eso hizo que mi deseo
creciera aún más, la noche prometía juego. No salimos a la calle, tan
sólo atravesamos el gran recibidor del hotel y entramos en una zona
mezcla de pub de lujo y coctelería. Él me guiaba de la mano y por un
instante paró y pareció buscar a alguien, aunque en ese momento no le di
importancia. Me llevó a uno de los sofás que formaba un rincón en
círculo. Aquí la luz seguía siendo tenue y la gente que había seguía en
la línea que en el restaurante, de echo, reconocí algunas caras.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pedimos un par de copas y a partir de
ese momento todo se precipitó. Besos, caricias atrevidas, casi
demasiado. Me dije que debía buscar dentro de mí a aquella del motel, y
me relajé, me dejé llevar por las sensaciones. Me dejé llevar tanto que
no percaté del momento en que aquel chico se sentó a mi lado; yo andaba
medio girada, con mi pierna sobre las de mi chico, concentrada en
aquellos dedos que hacían las delicias de mi sexo. Lo primero que sentí
fueron sus dedos recorriendo mi tobillo, hacia mi pantorrilla, y su boca
besando suavemente mi nuca, a lo que mi reacción fue la de frenar en
seco mis besos e intentar ver quién estaba a mi espalda y se permitía
tocarme sin previo aviso. Mi chico me paró, sujetó de manera suave y
firme mi cara, con aquella mirada que yo ya sabía reconocer: déjate
llevar, esto me vuelve loco. Sentí que de estar humeda pasaba a estar
mojada. Le toqué para confirmar lo que imaginaba, que se había
endurecido en apenas unos segundos y a continuación tenía dos manos,
cada una de un hombre diferente, jugando con mi sexo y rivalizando en
darme placer. Me dejé llevar, me olvidé que había público y decidí volar
en brazos de mi amado a una situación nunca antes imaginada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero hubo un giro que no vi venir y es
que, en un momento determinado, cuando ya los tres estábamos en la
famosa habitación 212, que comenzaba a ser un fetiche, con los cuerpos
desnudos y comenzando a retomar aquel tocarse, reconociéndose a tres,
que en realidad nunca había terminado del todo, justo ahí, comenzaron a
besarse… Se besaban con ansia, sin apartarme pero descubriéndose con
ganas. Esto no llegó a paralizarme, al fin y al cabo era un juego a
tres, incluso me gustaron esos besos, me gustó verle disfrutar otra boca
aunque fuera de un hombre. Lo que siguió consiguió que me hiciera a un
lado, que no supiera reaccionar porque el deseo que vi en la mirada de
mi chico era distinta a cualquiera que hubiera visto cuando me miraba a
mí, ni siquiera en el motel. Vi aquellos penes buscarse, como miembros
ciegos que una vez erectos poseyeran un radar que sólo ellos conocían,
como un lenguaje nuevo e ininteligible para mí.</div>
<div style="text-align: justify;">
No pude, me aparté; no conseguía
digerir, sin ni siquiera un preaviso, aquella visión de ese cuerpo amado
dejándose embestir por otro igual. Y quizás lo que más me dolió fue que
en ese momento no se percató de que el juego había pasado a ser sólo
entre dos, de nuevo. No me echó de menos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y aquí estoy. Cociéndome al sol,
intentando que esta sensación de quemazón mitigue un poco ese otro
dolor, no físico que no sé cómo digerir. El rumbo de mi amado parece
fijo, inalterable, me ha dejado claro que no hay marcha atrás y que he
de averiguar si sigo amándolo con esta parte suya que ha decidido, por
fin, abrazar.</div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-70620019705004115462016-06-06T11:46:00.001+02:002023-11-14T19:26:40.459+01:00Cambio de Rumbo II[ "DEMASIADO OCUPADO" en <a href="http://dekrakensysirenas.com/demasiado-ocupado-ericajade_es/" target="_blank">krakens y sirenas</a> Colaboración del 04 de junio de 2016]<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Suena el despertador y quiero bajarme
del mundo, un ratito. Me llega el olor a café, y no necesito alargar la
mano para saber que el otro lado de mi cama está vacío ya. Voy directa a
la cocina o ya no tendré ni siquiera ese abrazo en la mañana que, a
pesar de llevar dos años viviendo juntos, aún necesito. El estrés no le
quita la sonrisa, ahí está, toda mía en cuanto me ve entrar, y prepara
mi taza especial para servirme el líquido que siempre digo que me da
media vida, cada mañana. Le abrazo, hago hueco en su cuello, cierro los
ojos y me transporto unos segundos, no tengo mucho más. Estoy en casa.
Ese abrazo es el que me da la vida en realidad, pero lo callo, lo sabe.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se marcha a la carrera, como siempre, y
saboreo el café un poco, paladeando el eco de sus brazos en mi cuerpo.
Las margaritas me sonríen desde la mesa de la cocina y es que, son las
únicas a las que miro, despreciando el rojo ensordecedor de las rosas a
su lado; como a él, que es el único al que sigo deseando. Aún me
sorprende ese ramo, él no es especialmente detallista.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
A partir de ahí, el día se precipita en
la rutina diaria a una velocidad que ayuda a que las horas pasen más
livianas. Da igual los planes o reuniones que tenga, dentro y fuera
del trabajo, en cada hueco disponible ando revisando mi móvil con la
esperanza de no tener mensajes. Tener noticias suyas suele significar
que me voy sola a la cama, y luego no siempre me entero de cuándo llega.
Esto pasa desde hace unos cinco meses, y ya no duermo bien, no descanso.
Sé que tengo pesadillas, a pesar de no recordarlas, y lo sé porque me
he convertido en una zombie de la noche que usa la cama pero no la
disfruta, sin descanso, mientras él duerme como un tronco las pocas horas que
pasa en ella de un tiempo a esta parte.</div>
<div style="text-align: justify;">
Empiezo a pensar que no compensa el
dinero, pero es un tema delicado, creo que no está preparado para
afrontarlo. O quizás sea yo la que no lo estoy, pero me sigue rondando la
misma idea desde hace poco, si apenas han pasado cinco meses desde su
ascenso y ya nos pasa factura, ¿cómo nos afectará más adelante?… De
momento aún tenemos los fines de semana, ésos todavía son nuestros. Casi
todos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Creo que hoy le voy a dar la respuesta.
Sí, será hoy. Hace un mes me propuso algo, algo que me dejó descolocada y
no tomé demasiado bien al principio. Dice que le apetece poner en
práctica ciertas fantasías que hace tiempo me contó que tiene. Estoy de
nuevo en la cocina con la copa de vino de los días duros y, aunque me he
sentado a la mesa, de nuevo absorta en las margaritas, el frío del
suelo me mantiene aquí, sin divagar mucho. No le gusta que ande descalza
por la casa, dice que no es higiénico, y yo le digo que son menos sanos
esos porros que aún se empeña en fumar de vez en cuando. Desde que le
han ascendido fuma más a menudo, y ahora, al pensarlo, casi puedo oler
el último. Un mohín involuntario se dibuja en mi cara… Sé que él sonreiría si me
viera.</div>
<div style="text-align: justify;">
Voy al salón a poner música, necesito
calma de fondo mientras me ducho y le espero, y elijo a Erik Satie,
Gymnopédie nº1. El móvil suena, y ahora no es un mohín lo que se dibuja
en mi cara, ya sé lo que voy a encontrar cuando lo mire. Ahí está, llega
tarde de nuevo. ¡Joder! Me estoy volviendo una malhablada desde que
convivo con este nuevo y poco presente marido mío. </div>
<div style="text-align: justify;">
Dejo el vino en la cocina, donde ahora
las margaritas parecen reírse un poco de mí: “sin venir a cuento”, eso
me dije, pero bueno, es que está demasiado ocupado, es sólo un pequeño
detalle… La música, de fondo, sigue sonando, y la dejo con la esperanza
de que me ayude a dormirme antes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pasan tres días más hasta que hablamos,
hasta que le cuento que he decidido aceptar su propuesta, y esa mirada
lasciva que hacía tanto tiempo que no veía, me taladra. Un poco más
tarde es su sexo el que me está llenando hasta saciarme. No tarda en
poner en marcha todo, dice que ahora que me he decidido, no quiere darme
tiempo a cambiar de opinión, como si la decisión yo no la hubiera
meditado lo suficiente, como si no hubiera llegado a la conclusión de
que puedo probar otras cosas siempre que siga viviendo en él. Necesito
su boca para seguir respirando, su ternura para subsistir y su cuerpo
para no secarme por dentro.</div>
<div style="text-align: justify;">
Quiero empezar poco a poco, para no
asustarme, y a lo del trío le he dicho que no, aunque sé la fijación que
tiene con eso. No le he dicho tampoco que lo descarto completamente,
pero no estoy segura de si alguna vez podré darle eso, y ha aceptado a
dejarlo estar. Le conozco, no se rinde fácilmente y mucho me temo que
más adelante insista, pero de momento esa batalla la he ganado yo. He
insistido en lo de algunas normas, para que la fantasía fluya también
por mi parte, como un baile. Los sobresaltos nocturnos, seguidos de
ratos de insomnio, comienzan a ser casi diarios. Mis ganas por consumar
la primera fantasía empiezan a parecerse a las suyas; necesito dar ese
primer paso y sentirle de nuevo con ganas de tocarme el corazón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por fin ha llegado el día y voy de
camino a la cita, nerviosa y excitada. Es la primera vez que dejo la
lencería descansando, es lo que me ha pedido y esto, reconozco que no me
ha costado ningún esfuerzo. Es diferente, me he sentido rara desde el
momento que me he vestido sintiendo mi sexo desnudo. He caminado por
casa, hasta el coche, con los pies subidos a mis tacones de siempre,
porque en eso coincidimos y no ha habido una petición en sentido
contrario por su parte. Una sensación de <i>déjà vu</i>, que no he
conseguido materializar en ningún pensamiento concreto, me ha alterado
un poco los latidos del corazón al sentir el roce de mis labios
caminando. La hora y el trayecto se han pactado, y estoy parada en un
semáforo, consciente de la presión del cinturón de seguridad sobre uno
de mis pechos, con el pezón gritando una atención que aún no pienso
prestarle, cuando me llega el mensaje con la dirección.</div>
<div style="text-align: justify;">
En apenas diez minutos he llegado y
aparco. Es un motel…joder, es un motel. Respiro hondo, confío en él, le
imagino esperándome, excitado, viviendo por fin un deseo reclamado
durante mucho tiempo. Pensarle cachondo, eso me humedece y me da el
empujón para obviar si esto es un motel o un hotel de cuatro estrellas
(que en realidad es donde me gustaría que me hubiese citado). Todo el
complejo tiene un toque algo retro. Atravieso el pequeño parking y busco
el apartamento 212, que es el que me ha dicho. ¡Se parece tanto al de
una peli americana!</div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí está, de nuevo ese <i>déjà vu</i>,
las manos comienzan a sudarme y avanzo con la impresión de que no es
una sensación, sino de que lo he vivido ya, y sufro un cierto ahogo, la
misma perturbación con que me despierto en medio de la noche…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-56070976532551075952016-06-02T14:53:00.001+02:002016-06-22T16:22:04.214+02:00Cambio de Rumbo I<div style="text-align: justify;">
["TACONES, MENTIRAS Y UN MOTE"L: colaboración en <a href="http://dekrakensysirenas.com/tacones-mentiras-motel-ericajade_es/" target="_blank">krakens y sirenas</a> el 15 de Mayo de 2016]</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“¡Tacones!”, farfullo. Los malditos tacones de vértigo sobre los que
camino son los que me están matando. Él dice que me balanceo sobre ellos
de una manera que le marea, pero ya le explicaré el efecto que tienen
en mis pies. En realidad ha sido culpa del coche, que me ha dejado
tirada a… ¡Joder, no sé a cuánto estoy de la dirección que me ha dado!
Llevo caminando veinte minutos, a doce centímetros del suelo, y según el
navegador de mi móvil, aún me falta un tercio de la distancia. Respiro
hondo, paso de que este mal humor me joda la aventura.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nota mental: coger algo más que las llaves del coche y el móvil la próxima vez.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Reduzco el paso y repaso el plan en mi cabeza. No me espera en la
recepción y cuando, hace quince minutos, ha preguntado por whatsapp si
pasaba algo, mi respuesta simplemente ha sido “un contratiempo”. No hay
ningún cartel luminoso que indique que he llegado, pero ya lo he hecho,
según mi móvil.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Ya estoy aquí”. “Apartamento 212”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo el complejo tiene un toque algo retro. Atravieso un pequeño
parking a la entrada y busco el apartamento 212. ¡Se parece tanto al de
una peli americana! Confío en que el maquillaje esté en su sitio,
recoloco las tetas y toco suave con los nudillos en la puerta. Abre.
Entro y la puerta se cierra de golpe a mi espalda; mis ojos han de
acostumbrarse a la penumbra de las velas. No le veo. Cuando voy a
girarme, buscándolo, siento sus manos sujetándome por la cadera. Su
cuerpo se pega al mío y siento su boca en mi cuello. Sus manos suben la
poca tela que cubre mis piernas dejando al descubierto mi sexo, desnudo
según lo acordado. Su boca y su lengua siguen haciendo las delicias de
mi piel y sus manos comienzan a jugar. Me abro de piernas, apoyando un
poco la espalda en su pecho, y entonces, cuando me estoy dejando llevar,
sin tener guión previo a partir de aquí, me lleva a la cama. Jadeo.
¡Joder, cómo le deseo!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En la penumbra no había visto las esposas preparadas en el cabecero
de la cama. No me resisto. Ninguno pronunciamos palabra alguna, otra de
las cosas pactadas. Sólo sus manos siguen hablándole a mi piel y yo…yo
me muero por escucharle, en susurros, lo que sabe que multiplica mi
deseo: zorra. Me desnuda, lo cual no ha sido complicado con la poca ropa
que traía puesta, pero me deja los zapatos; a ambos nos gusta demasiado
como para renunciar a ese fetiche.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sólo estoy sujeta por las muñecas pero tengo los brazos tan
extendidos, tan abiertos, que no me es posible casi moverme, excepto de
cintura para abajo. No me está dando lo que yo esperaba, ha dejado de
tocar, de besar… De echo, se ha separado de la cama y ha empezado a
ignorarme. Empiezo a sentirme incómoda: ignorada, desnuda, inmovilizada
en parte, cachonda y sin saber cómo colocar mis piernas y tacones para
no sentirme ridícula. Pero no parece verme, ni percatarse de mi
presencia, como si no hubiera sido él quien me había puesto en esa
situación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nota mental: no volver a incluir la norma de no hablar en nuestros juegos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ha abierto la ventana y está fumando un porro que ha sacado del baño.
Debía tenerlo preparado ya. La luz de la farola de enfrente hace que le
vea en negro, con la cabeza ligeramente levantada y el humo en blanco,
subiendo lento… Es un contraste que también me parece de película en
este momento. Ya no estoy cachonda; estoy decepcionada, y algo enfadada,
y… Otros nudillos golpean la puerta y él no se sorprende. Se acerca a
abrir con naturalidad y me quedo sin respiración por un momento, ¿¡qué
hace!?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entra una chica mulata, preciosa, subida en unos tacones tan altos
como los míos, con una boca roja que no soy capaz de dejar de mirar y
una sonrisa en la mirada que derrite. Mi cabeza y mi respiración
empiezan a ir a mil por hora porque: sí, siempre le han gustado las
mulatas; sí, siempre ha querido hacer un trío; pero no, no se había
pactado esto; no, nunca le dije que aceptaba hacer un trío; no, no, no…
Ahora, no sólo mi coño se ha quedado seco, también mi boca y mis ojos,
no soy capaz de parpadear siquiera viendo la manera en que se besan. Son
besos de bocas que se conocen, caricias de manos que han hecho viajes
juntas por rincones hechos de piel y sudor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Algo me sube desde mi sexo, me atraviesa las entrañas, cruza el pecho
y se me agarra a la garganta. Ira, una ira desconocida mezclada con
humillación. Da igual que cruce o simplemente cierre las piernas, la
sensación de vergüenza y desprecio va creciendo a medida que mis ojos
presencian caricias más atrevidas. Comienzan a gemir. Y yo quiero
morirme, ahí, en ese momento y de manera fulminante para no tener que
revivir esto en recuerdos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A ella también la ha desnudado. Y una voz en mi cabeza, que no sé de
dónde sale, me dice que al menos así estamos los tres en las mismas
condiciones. En cierto momento, la boca que yo considero mía, abandona
sus pechos y le susurra algo al oído, a lo que ella no tarda en
abandonarlo. Se me acerca. Camina despacio, con elegancia, y me
sorprendo de ser consciente de ello mientras observo la sonrisa
masculina, y su paja inminente. La de piel chocolate se arrodilla junto a
mí y me recorre, primero con la mirada, luego con las yemas de los
dedos. Siento que mi cuerpo responde, y no quiero. Miro su boca roja,
entreabierta, no puedo dejar de mirarla, y no quiero. Él se ha acercado,
viene acariciándose, completamente excitado al vernos juntas. Y yo de
nuevo recuerdo que sus cuerpos ya se conocían, y quiero gritar, decir
algo, pero mi garganta se niega, como si quisiera ver hasta dónde va a
llegar esto. Ella me abre las piernas y se coloca en medio, se tumba un
poco sobre mí, dejando descansar su sexo en el mío. Se acerca…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pego un respingo. Estoy a oscuras y algo sudada, me he despertado
sobresaltada. Vuelvo a cerrar los ojos intentando atrapar las imágenes
que llenaban mi cabeza hace un momento, pero se deslizan demasiado
deprisa, deshaciéndose. Me levanto con la linterna del móvil en la mano y
voy a la cocina, no quiero despertarle. Las baldosas frías bajo los
pies me calman. En la cocina enciendo la luz, no sería la primera que me
pego un golpe por ir casi a oscuras, y bebo agua despacio, sentada en
un taburete, dándole tiempo a mi ánimo a recuperarse. No recuerdo qué
estaba soñando pero desde luego me he despertado agitada. Mi mirada se
desvía a aquel enorme y precioso ramo de flores que me ha traído hoy,
sin venir a cuento; lleno de margaritas, por cierto, mis favoritas, y
que me hace sonreír a pesar de mi recelo cuando lo trajo. Es un regalo,
sin más, no tiene que haber ningún secreto detrás… Sacudo un poco la
cabeza, para terminar de alejar mis dudas. No, entre nosotros no hay
mentiras.</div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-77682591212520022262015-03-02T22:11:00.001+01:002015-10-02T16:40:09.072+02:00Cena Casera III<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15.39px; line-height: 21.55px;">(</span><i style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15.39px; line-height: 21.55px;">AQUÍ CONTINÚA Cena Casera II </i><span style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15.39px; line-height: 21.55px;">)</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Miro la música que hay más a mano entre los
CDs y <a href="https://draft.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>veo a Sade, mi adorada Sade, y cambio la música,
casi pidiendo disculpas al tal Andrés Suarez, que suena muy bien, por cierto.
Parece que su idea de darme de cenar iba más allá de preparar comida y, la
verdad, mi sexo le está mostrando a mis bragas lo contento que está por ello.
Dejo que la música de Sade me relaje; parada, de pie, con los ojos cerrados y
dejando mi cuerpo balancearse apenas, como un junco con la brisa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Doy un pequeño respingo al
sentir las manos en mis caderas y su cuerpo pegado, moviéndose al compás. Sus
pies descalzos le han permitido venir sin anunciarse. Sé que si alargo un poco
mis manos hacia atrás tocaré sus muslos, desnudos, pero me concentro en
sentirle mientras somos uno en el movimiento. Sus manos se mueven, me acarician
el vientre y suben, audaces, en busca de esos montes que esperan con ansia ser
alcanzados. Muevo un poco mis caderas, dejando que sienta mi trasero. Se pega
más a mí. La boca se abre paso hasta llegar a mi cuello, aún entre el cabello,
y su aliento caliente me roza. Aparto a un lado el cabello y su lengua, entre
los labios, me recorre desde el hombro hasta detrás de la oreja. Amasa mis
pechos por encima de la ropa.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Como me dejes seguir tocándote se me va a pasar la
pasta – me susurra al oído.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> -¿Como te deje?... Cabrón, me encanta que me toques y me
has puesto cachonda con el modelito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Umm…entonces objetivo cumplido. Pero, nunca me habías
dicho cabrón –dice aún flojito, mientras aprieta entre sus dedos los pezones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Y tú nunca me habías tocado así. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Y se olvida de la pasta,
poniendo de nuevo su atención en mi cuello y sumergiendo sus manos en mi
escote. Sus dedos por fin se hunden bajo el sujetador acariciando mi piel. Se
me escapa un suspiro y él gruñe un poco, mordisqueando mi hombro. Se separa
apenas de mi cuerpo para subirme el vestido, pega la tela a la piel acariciando
despacio allí por donde pasa: muslos, caderas… Pero me ha entrado prisa, quiero
liberar mi piel, deshacerme del vestido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Shh… Déjame a mí – me susurra con los labios acariciando
el lóbulo de la oreja. Tiemblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Se quita el delantal y
ahora sí, siento su excitación presionando la tela que aún cubre mi culo. Baja
los tirantes, que se sujetan todavía en los hombros, y sus dedos se deslizan
despacio por la frontera entre mi piel y la tela. Abro las piernas un poco, mis labios reclaman atención, y al notarlo, hace a un lado las bragas y coloca allí su miembro duro. Gimo. Suspira. Me sujeta de la cintura y empuja, suavemente,
hasta que quedamos junto a la espalda del sofá. Sigo sintiéndolo llenarme la entrepierna, me noto empapada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Mis caderas bailan buscando
el goce del sexo en los extremos del suyo. Me deja hacer, y siento las manos
en mi culo, agarrándolo, abriéndolo. Me apoyo en el respaldo del sofá con una
mano y con la otra presiono su polla contra mi humedad, mientras sigo mojándola
desde la punta hasta la base. Sus manos vuelven a mi pecho y, sin desabrochar aún
el sujetador, bajando la parte que aún lo cubre, libera los pezones, ávidos de
atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">He llegado a ese punto en
que sólo soy consciente del placer y de mi piel...de la suya. Sus manos, mis
pechos. Mis labios hinchados, su dureza. Le aprieto más contra mí, dejando que la punta
acaricie la entrada pero manteniéndola a la distancia justa. No hace amago de
empujar, se deja hacer, y eso eleva mi excitación. Postpongo un poco más el momento
de sentirle dentro; tengo ganas, pero estoy disfrutando tanto mientras se desliza </span><span style="font-size: 16px;">empalmado,</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> desde mi
ano hasta sobrepasar el clítoris, que apenas puedo pensar. A mitad de camino la
empujo, apenas, y mis entrañas la acogen, parecen engullirla. Gemimos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Joder, cielo… - jadea, agarrando por fin mis caderas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Me quedo quieta, le dejo
hacer. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Sale de mí, muy despacio,
como si el primer reconocimiento hubiera de ser concienzudo. Y entra. Y sale, manteniendo
de nuevo la punta en la entrada. Me está volviendo loca. Los jadeos suben de
tono y se mezclan con la música. No seguimos el ritmo, Marcos lleva el suyo y
mi pelvis se acompasa a él, con ese ritmo no ensayado de los cuerpos que hablan el
mismo idioma; ése que va creciendo hasta no dejar escuchar otro sonido que el
del golpeteo de las caderas batallando, y el de los jadeos convirtiéndose en
pequeños gritos de placer. Me estremezco al llegar al orgasmo y, a pesar de
estar apoyada contra el sofá, me sujeta, me abraza desde atrás y siento cómo,
al momento, también su cuerpo tiembla al descargarse. Me incorporo en un intento
de sentir mejor su abrazo, y estamos casi sin punto de apoyo, recostando apenas
el cuerpo en el del otro…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Silencio de cuerpos, mezclado con respiración fuerte y música de fondo. De momento, ése es el
entrante de la cena. <o:p></o:p></span></div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-78704329698263575112015-03-01T20:28:00.002+01:002015-03-03T11:40:09.319+01:00Cena Casera II<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15.3999996185303px; line-height: 21.5599994659424px; text-align: start;">(</span><i style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15.3999996185303px; line-height: 21.5599994659424px; text-align: start;">AQUÍ CONTINÚA Cena Casera I </i><span style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15.3999996185303px; line-height: 21.5599994659424px; text-align: start;">)</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Llevaba cinco días bastante
enferma, un virus de esos que se había aferrado a mí y no había manera de
quitármelo de encima. El médico tuvo que venir a casa. Entre la medicación, la
diarrea y las pocas ganas de comer, me encontraba muy débil. La fiebre de los
dos primeros días había desaparecido pero apenas salía de la cama. Marcos me
llamaba más de una vez al día y, el segundo, me dijo que se pasaría a verme
pero en ese momento estaban con los preparativos de la boda y entre eso y el
trabajo…en fin, no se pasó. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Ya estaba acostumbrada a no
tener a mi familia en la ciudad, pero encontrándome tan mal echaba especialmente
de menos tener a Marcos por la casa. Después de esos cinco días en cama, y ya
sin fiebre, empezaba a notarme sucia, con el pelo y la piel oliendo a enfermedad.
Me estaba planteando levantarme pero no sabía muy bien si comenzar por la
cocina y comer algo o el baño y sentir el agua de la ducha, cuando escuché la
llave en la puerta…Marcos, sólo él tenía llave.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Durante un instante un
sentimiento de rencor, por no haber venido antes, se mezcló con el de
agradecimiento. Escuché cacharros en la cocina y, por fin, sus pasos acercándose
al dormitorio. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">- Hola
preciosa. Ya sé que dije que vendría antes pero…bueno, ya sabes.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">- Ya… - y
sonreí, ¡porque estaba tan contenta de que hubiera venido! <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Debió verme muy mala cara
porque se le escapó una caricia, retirando el cabello de mi cara, que no era
propia entre nosotros. Era de esas que evitábamos. Salió de la habitación sin
decir nada más y escuché el agua corriendo en el cuarto de baño. Al momento escucho
música, Maniac de Flashdance llena el piso y mi sonrisa llena mi cara. Hace
tiempo me grabó un CD con música de esa que sabe que me pone las pilas, para
los ratos tontos de bajuna que tienes, me dijo, y esta canción la coló varias
veces. Hice el intento de levantarme de la cama pero me costaba, tenía los músculos
completamente agotados. Entró en ese momento y me ayudó, me sujetó, casi iba en
volandas a pesar de apoyarme en su hombro. Me llevaba agarrada de la cintura,
pegada a él y en ese momento sólo fui consciente de su mano en mi costado. Me
llevó al baño y vi que hacía amago de quitarme la camiseta que me ha acompañado
casi una semana y le frené.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - ¿Qué haces? <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Te vas a dar un baño.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Vale, pero tú sal…<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Qué boba eres, ¡si hemos hecho topless juntos!… - y
salió del baño con esa jodida media sonrisa suya que me gusta tanto.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Al poco, ya dentro de la
bañera, cuando mis músculos se relajaban agradecidos con el agua caliente y la
espuma, apareció de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Joder, Marcos, sal por favor, no tengo fuerzas para decírtelo
más veces… - y lo dije sin pensar, de corrido, sin ser siquiera consciente de
cuánto le decía.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por un momento sólo me miró,
sólo a los ojos, pero lo sentí como si pudiera verme desnuda a través de la
espuma. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Te he traído caldo, aunque no lo creas he cocinado para
ti, estoy preocupado. Pero no me fío de ti, sé lo mala enferma que eres y
bastante culpable me siento ya por no haber venido antes a verte… Me gustaría
poder cuidarte pero, en fin, ya sabes…así que te vas tomar este caldo delante
de mí, ahora.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Y su voz no admitía discusión.
Y lo había cocinado él. Y se disculpaba por no poder cuidarme. Y yo deseé que
dejara el caldo a un lado y me lavara el cuerpo, y el pelo. Deseé como nunca
sentir sus manos, esas que había mirado y remirado mil veces: tomando apuntes,
abriendo el bote de tomate con que íbamos a acompañar la pasta o haciendo
dibujos en la arena dibujando el nombre de Marina…esas manos que siempre sentí
prohibidas. Pero sólo bebí el caldo y él, más tranquilo con ello, se sentó en
el borde de la bañera a contarme la última salida con amigos comunes para
hacerme reír un poco. Cuando acabé el caldo me cogió el bol de las manos y lo
vi coger el champú.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - No, por favor, déjame a mí. – Y de nuevo, durante unos
segundos el cruce de miradas creó un silencio cargado de demasiadas razones
para no hacerme caso.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Salió y respiré, a la vez
que una voz dentro de mí me gritaba idiota, un idiota tan mayúsculo que sólo la
música y el frotarme la piel y el cabello con fuerza consiguieron rebajar un
poco la mala leche. Cuando terminé intenté salir de la bañera, pero realmente
tenía los músculos mal y me dije que, ¿porqué no?, ¿porqué no dejar de ser tan idiota? Y le llamé.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - ¿Me ayudas a salir? Me cuesta demasiado, lo siento…<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - ¿Que lo sientes? – y su carcajada retumbó en el
pequeño baño y me sentí tonta, y encantada, como una niña pequeña que consigue
un regalo tonto cuando no lo espera. – Ven aquí…<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cogió una toalla con una
mano y con la otra tiró de mí, y entonces, allí de pie, esperando a que me
tapara con la toalla, de nuevo hubo ese cruce de miradas. Otra vez. Marcos estaba
con la toalla abierta y en el breve lapso de tiempo que pasó entre que la abrió y que yo
salía de la bañera, apoyándome en sus hombros, lo vi mirarme. Me recorrió el
cuerpo, y me estremecí. Marcos… Me enrolló en la toalla y se quedó abrazándome.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Estás bien. Vas a estar bien, y no me voy a ningún
sitio, sigo aquí.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Me habló bajito, con su
boca pegada a mi cuello y ese instante que no debió de durar ni un minuto de
reloj, lo atesoro en mi memoria, tan vívido, que si me concentro un momento en él,
aún se me pone la piel de gallina. Cuando me soltó salió del baño, me vestí con
el pijama limpio que me había traído y al escucharme por el pasillo, vino a
arroparme a la cama. Charlamos un rato, luego se marchó y aunque me </span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">siguió llamando a diario
hasta que estuve completamente bien, nunca volvimos a hablar de aquel rato, de
aquellas miradas ni de aquel abrazo.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Y aquí estoy ahora, en su salón, intentando que
me baje el sofocón que traigo en el cuerpo por verle </span><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">parcialmente desnudo, como
si fuera la primera vez, como si nunca hubiera ido a una playa con él.</span></span></div>
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">
</span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><br /></span></span></div>
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">
</span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"> (CONTINUARÁ....)</span></span></div>
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">
</span>EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-51387408372507596462015-03-01T19:53:00.001+01:002015-08-05T11:08:36.988+02:00Cena Casera I<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cena en su casa. Llevo una
botella de vino que me pidió que no trajera; el traerme sólo a mí misma me
parecía, no poco, pero sí algo desconsiderado. Esta situación es nueva. Es
viernes, el último de enero, y con las bajas temperaturas de estas fechas, el
frío atempera un poco mi cuerpo; un leve hormigueo me recorre entera, entonando
la temperatura corporal más de lo que me gustaría. Es Marcos, lo sé, pero
justamente por eso, porque esto ya no es como cuando quedábamos a comer pizza y
ver una peli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Marcos y yo nos conocimos
el último año de carrera, hace unos años ya, a través de un amigo común, y al
poco tiempo éramos íntimos. Desde el principio hubo una complicidad que iba más
allá de plantearse nada físico; sí, existió una tensión sexual, pero ambos la
ignoramos, especialmente por respeto a Marina, su novia entonces y su mujer
después. Él estaba enamorado hasta las trancas y aunque a mí siempre me gustó
mucho, lo que me aportaba como amigo pesó más que la hipótesis de un algo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Le sentía tan cercano a
veces que cruzar la línea hubiera sido muy fácil, al fin y al cabo hemos pasado
años siendo confidentes: dos historias que no hicieron mucha pupa, por mi
parte, y su boda. Ahí pensé que nos distanciaríamos y no me equivoqué. Una cosa
es la intención y otra, el día a día y las malinterpretaciones posibles en las
nuevas circunstancias. Durante un tiempo seguimos quedando pero ya no se
quedaba a dormir en casa si se pasaba con el alcohol, pedía un taxi. Al poco
tiempo me devolvió las llaves de mi casa, su mujer se lo exigió; a pesar de
conocerme desde siempre y saber la relación especial que nos unía…o quizás por
eso. Nuestra relación dejó de ser lo que siempre había sido a efectos
prácticos, empezamos a vernos menos y yo comencé a notar el hueco en mi vida
que él antes llenaba. Pasado un tiempo, cuando nos veíamos yo me sentía
extraña. No era un desconocido pero en las cafeterías donde quedábamos,
rodeados de extraños, percibía un Marcos que nunca había visto y que yo
comparaba, irremediablemente, con ése en el que yo apoyaba mi cabeza después de
llorar, contándole lo que fuera que me tuviera triste ese mes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Siempre amigos, siempre
esas miradas de entendernos sin hablar, esas que en las películas se empeñan en
recrear, no con acierto a veces. Al cabo de poco más de un año de la boda,
llegó su divorcio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Ya hemos quedado varias
veces a solas de nuevo, pero no ha sido ni en su casa ni en la mía, así que
esto hace que la cita sea especial. Es diferente, la tensión sexual no resuelta
durante años ha pasado a un primer plano y el calentón en el coche, al
acompañarme a casa, ha sido inevitable pero no hemos llegado aún a más. Como
adolescentes. Nuestras manos han ido cogiendo confianza y cada vez han
explorado un poco más. Tenía ganas de un encuentro así, un poco más cercano
porque, la verdad, me sigue gustando (más de lo que yo creía si escucho a este
cosquilleo).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Es la primera vez que vengo
al piso que compró tras el divorcio. Llamo, abre, y en el ascensor soy incapaz
de quitarme la sonrisa boba que se instala en mi cara. En el espejo me veo un
brillo especial en los ojos y es que lo que yo le he preparado es un escote de
vértigo y un tacón más que respetable, el que me permite no caerme a pesar de
los centímetros ganados. Llevar este vestido ya muestra que este encuentro es
diferente; yo, que adoro la comodidad, a costa a veces de la sensualidad, como él
bien sabe, le sorprenderá. Cuando llego a la puerta del piso la encuentro
entornada, así que toco con los nudillos y escucho un “entra”. El recibidor
forma parte de un salón-comedor diáfano, con pocos muebles, que me recibe a
media luz y con música de fondo que no conozco. Es una voz masculina, con
fuerza, que acaricia y llena la estancia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> -¿Quién canta? No lo conozco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> -Andrés Suarez. Me han regalado el CD y estamos
conociéndonos. Ven, estoy en la cocina.- me dice él, y tras quitarme el abrigo
me dirijo a donde veo que la luz se hace más intensa, al otro lado del pequeño
pasillo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Voy con mi botella,
sonriente, y un poco más nerviosa que al llegar, pero me freno en la puerta de
la cocina. No llego a entrar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cocina desnudo, descalzo y
con un delantal de esos de peto, moviéndose con soltura entre los fogones en
una cocina grande pero acogedora. El olor a salsa de queso inunda la estancia.
Aquí se escucha de lejos la música y el chup-chup del agua comenzando a hervir,
lista para la pasta, da un cierto ritmo de fondo al momento. Me mira y esa
sonrisa enorme, que siempre hace brillar sus ojos, me estremece… ¿o tiene parte
de culpa ese culo respingón que le veo de perfil? No sé si reír, pero es que el
nudo del estómago ha subido a la garganta y el hormigueo se ha concentrado en
mi pelvis. Sin decir palabra, a cuenta de la cara que debo tener en este
momento, se acerca y coge la botella de mis manos (que no ha caído al suelo de
milagro).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">- Al final
has traído vino. Muchas gracias – y me besa dulce en la mejilla.- Espero que te
guste el recibimiento…¿huele bien?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> - Huele muy, muy bien. Lo del recibimiento aún estoy
procesándolo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Se le escapa una carcajada
sonora que fuerza a su cabeza a echarse hacia atrás y me muestra su cuello y su
nuez, tentadores. Joder, esa risa… ¿Es que hoy todo me parece más sexy de lo
habitual en él? No sé si más o menos que otras veces porque, por un instante,
dejo de pensar y ahí es cuando se da la vuelta para seguir con la cena y veo el
culo en todo su esplendor. Al menos, de momento, el delantal se mantiene por
delante en su sitio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">Sin contestarle, me voy de
la cocina. Vuelvo al salón, necesito distraerme un momento con algo y respirar.
Nunca le había visto desnudo, nunca. Ni siquiera aquella vez en que tan cerca
estuvimos de traspasar los límites que nosotros mismos habíamos puesto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> (CONTINUARÁ...)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-90927096294572179832014-12-01T14:12:00.001+01:002014-12-12T12:31:42.457+01:00Robando Momentos (extraído de mi cuenta en twitter...)<div class="profiletweet-text">
<span lang="ES">21-11-2014<o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">El viento azota su cara con fuerza al traspasar la
puerta. Sus ojos se cierran por un instante para protegerse pero la sonrisa se
mantiene. Es casi la hora de comer y lleva más de 24h en pie, pero la
sonrisa sigue intacta... La ropa la siente como algo donde su cuerpo se esconde
para atesorar las heridas de guerra sólo para ella. Aún siente el calor de sus
manos en la piel y cada poco da algún traspiés porque sus muslos aún caminan
débiles. Ese temblor le recuerda las horas de sexo desmedido y esa humedad que
apenas la ha abandonado vuelve a hacerse más patente. La idea de volver le
cruza la mente y la sonrisa se convierte en carcajada. Algunos miran... Le da
la sensación de que su cuerpo debe desprender un olor a sexo difícil de
disimular. No le importa, relentiza el paso y disfruta del sol que acaricia su
cara por el parque. El móvil suena. Es él. "Te echo terriblemente de menos
ya. ¿Porqué no vuelves?..." Silencio. Se para. Duda, pero decide dilatar
la vuelta y poder comersen de nuevo con ansia en el próximo encuentro. FIN.<o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">24-11-2014<o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES">Lunes, aún no son las 10 y
ya se remueve inquieta en la silla. La reunión acaba de empezar pero su cuerpo
ya ha reaccionado al verlo. Todavía no han cruzado ni una sola mirada pero sabe
que a él no le ha pasado desapercibido el corto del vestido hoy. Se nota salibar
más de lo normal. Mientras él expone algo, de pie, no consigue apartar los ojos
de su trasero. Traga. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES"></span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="profiletweet-text" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES">"Contrólate, esto
acaba de empezar", se dice. Pero a su sexo le importa un carajo cuánto vaya
a durar la reunión. Recuerda... Todo empezó bajando en el ascensor el viernes,
siguió en el aparcamiento y duró hasta el domingo por la tarde. Quiere más. A
duras penas le escucha. Ve sus labios moverse y los recuerda recorriendo su
piel. Se humece más. Agarrar ese culo de nuevo. Agarrarlo y sentir su cuerpo
pegado al suyo, sentir su dureza. Vuelve a retorcerse en la silla y el roce
dispara sus ganas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES">Móvil. Email: hora de
comer, que decida él el sitio. Se concentra en no moverse y no pensar en su
sexo mojado... </span>FIN.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">25-11-2014<o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Con el cuerpo todavía dolorido, se encoge un
poquito más bajo el edredón. Escucha sus pasos y su cuerpo tiembla un poco; contiene
un momento la respiración esperando escuchar cómo se alejan. No hay suerte. La
cama cede bajo su peso y sus puños se aprietan clavando las uñas. Lo siente
acercarse, pegarse a su espalda. "Venga nena, si sabes que no quería".
Su respiración se entrecorta, en silencio, cuando nota su mano acariciarla bajo
las sábanas. Sabe lo que viene, suele excitarse después... "No, ahora
no", piensa. Pero su boca apenas se abre, sin poder emitir sonido alguno. Y
pasa, de nuevo. Pasan horas, se asegura que los ronquidos son profundos. No hace
maleta, sólo su bolso y lo puesto. El último día. Una esperanza. </span>FIN. <a data-query-source="hashtag_click" href="https://twitter.com/hashtag/StopViolenciaDeGenero?src=hash"><s>#</s><b>StopViolenciaDeGenero</b></a><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">27-11-2014<o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Suena Al Green de fondo, "How can you mend a
broken heart", y el olor a café llena la casa. Mientras llena las tazas
siente sus manos alrededor de su cintura. Él comienza a mover sus caderas
pegado a ella al ritmo de la música y sus labios recorren su cuello. Ella
reposa la cabeza hacia atrás, en su hombro, y se deja hacer. Cuando las manos
de él suben a acariciar sus pechos un suspiro se escapa y el primer latido
despierta allí abajo. </span>Humedad, besos y café que se enfría. FIN.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">28-11-2014<o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">La manta que envuelve sus piernas y la taza que
sostiene entre sus manos la calientan. Llueve. La melancolía del otoño se ha
instalado en casa. Añora el calor del sol en su piel y alguna cosa más, sí, no
se engaña. Cierra los ojos y se permite transportarse a uno de esos momentos,de
hace un par de meses, donde el sol y él le acariciaban... Sabe que no es bueno, dolerá
más después. Él que ha decidido desaparecer cuando era el que lo llenaba casi
todo. Respira. Allí se está bien, allí era feliz. El mar era un mero testigo
que se decidió a guardar todos los instantes y sonrisas compartidos. Mar, sol y
sus manos. La manta sobra. La taza descansa ahora en la mesita porque sus manos
necesitan rememorar aquellas otras más grandes y masculinas que tanto le
hicieron sentir. Su mente vuela y sus manos acarician su sexo. Su humedad se
mezcla con el sonido de la lluvia y sus gemidos le hacen olvidar la soledad de
este otoño. </span>FIN.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">01-12-2014<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Ha llegado pronto al café, pero es que hace frío y
tenía tiempo. Le apetece relajarse y leer un poco antes de que llegue él. Sabe
que él no tendrá tiempo para más que el café de media mañana. Entre semana no
hay tiempo para más...o él no saca tiempo para más. Se acomoda y se dispone a
leer, con la taza humeante entre sus manos, cuando una pareja al lado llama su
atención. Las arrugas surcan sus pieles: cara, cuello, manos...pero las
sonrisas iluminan todo ello. Él agarra la mano de ella mientras charlan bajito.
Hay muchos silencios. Miran por la ventana y el día ni siquiera tiene el
encanto de uno nevoso o lluvioso, pero parecen mirar algo fuera con interés.
Ella mira afuera con curiosidad pero sólo ve el ajetreo normal de la gente,
arrebujada en sus abrigos. Vuelve a mirarlos. Parecen ajenos a lo que sucede a
su alrededor y una envidia teñida de ternura empapa su sonrisa. Él llega en ese
momento. Sus ojos brillan al mirarla y ella decide que quizá aún hay esperanza No
es necesario un nuevo comienzo, sólo reinventar las miradas, las charlas y
añadir más caricias. </span>FIN<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
________________________________________________________________________________</div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
A veces recreo momentos en mi mente y me gusta ponerles palabras. Uso esos 140 caracteres e intento estirarlos. Podéis seguirme en @EricaJade_es</div>
<div class="profiletweet-text" style="text-align: justify;">
<br /></div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-47815060467230300392014-09-19T18:53:00.002+02:002014-09-22T14:40:11.649+02:00Miércoles Noche<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">He tenido que
salir de casa, y malditas las ganas que tenía. Los críos de la vecina de arriba
tienen la noche tonta y mi mal humor amenazaba con desatarse hasta convertirse
en cabreo monumental. Es miércoles y, por mucho que sea verano, ni siquiera
tengo por delante la expectativa de bares llenos de gente en los que esconderme
hasta que el alcohol me ayude a coger el sueño. Hay terrazas con charlas
distendidas pero la ciudad está bastante vacía a estas alturas del mes de
agosto y a mí me apetece un sitio conocido donde sentirme cómoda. Mis pasos van
a su aire y, casi sin darme cuenta, llego a ese bar donde ni siquiera tengo que
pedir lo que quiero beber porque me conocen bien. Al entrar veo que en el
escenario, donde a veces hay actuaciones en directo, hay unos chicos preparando
altavoces e instrumentos. ¿Hay concierto hoy? Eso me confirma el camarero
cuando le pregunto y maldigo haber salido de casa de cualquier manera. La
coleta en lo alto, camiseta de esas que a la que te descuidas se bajan hasta
medio brazo y el vaquero cómodo más viejo del armario, esta no es manera de
presenciar un concierto… Da igual, me tomo una copa y me marcho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Ando pensando
estas cosas mientras el camarero me prepara el amaretto con limón exprimido,
como me gusta. Este sitio siempre me trae recuerdos que duelen pero que,
inevitablemente, una y otra vez, me empeño en recordar al venir. Recuerdos que
se deslizan entre los hielos y que incrementan la intensidad de los
sentimientos a medida que el líquido va disminuyendo. La banda comienza a tocar
y una música de jazz suave llena el local; lo llena todo, hasta mi piel parece
estar impregnándose de ella y al poco todos esos sentimientos se desbordan en
un par de lágrimas. Aprieto los dientes, estoy cansada de llorar por él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Vuelvo mi mirada
al escenario, respirando hondo, esperando que la distracción surta efecto y mi
pecho se calme. Si no deja de doler, al menos que yo no recuerde que duele, eso
es lo único que deseo. Al recorrer el escenario, me encuentro con una mirada,
la del saxo tenor. Ese instrumento siempre me gustó, tiene un sonido largo y
profundo, como su longitud. No le presto atención pero siento su mirada clavada
en mí, no ha sido algo casual. Le miro. Cara de chico bueno, pelo cortito, y
nada bohemio en su apariencia. ¿Qué hace un buen chico en una banda de jazz?
Pero, ¿y a mí que más me da? Sonrío de medio lado al darme cuenta de cómo
divaga mi mente rápidamente. El estar al final de la barra me permite, subida
en el taburete, recostarme contra la pared. Así que disfruto de la música y
pido otro amaretto. El local se va llenando pero, al estar medio escondida allí
detrás, no me siento incómoda por si desentono o no. Y el del saxo sigue
mirando, y la bebida sigue bajando. Comienzo a mantenerle la mirada y sus ojos
parecen sonreír; esto podría ser el inicio de un juego que me gusta y empiezo a
pensar en no dejarlo sólo en miradas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQUOdSasixqiet7-v5CPUoBgJL5aMGgkFUTeWxf1rlg8UXZ2lGQqUJfQb9TUhRQCGWg_XvQhwaCRXvIuCAsHHUViZcVCq6JLI8G4XpS61hn9BnwkdQary33STlyBwjen2RdZybLPJ3sOKX/s1600/musicos_jazz.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQUOdSasixqiet7-v5CPUoBgJL5aMGgkFUTeWxf1rlg8UXZ2lGQqUJfQb9TUhRQCGWg_XvQhwaCRXvIuCAsHHUViZcVCq6JLI8G4XpS61hn9BnwkdQary33STlyBwjen2RdZybLPJ3sOKX/s1600/musicos_jazz.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">El móvil vibra a
cada rato, pero no me apetece andar mirando quién quiere algo a estas horas más
propias de meterse en la cama que de hablar con nadie por teléfono. Hora de
meterse en la cama…curioso enlace de pensamientos. La banda hace un descanso y
los veo venir hacia la barra. Escribo en una servilleta y pido al camarero que
se la dé al del saxo: “¿Mirarme es lo único que va a hacer?”. Así, sin pensar,
o no le diría nada, me conozco. Sus ojos no dudan, me mira, y sin cambiar la
expresión de su rostro le da la vuelta a la servilleta y escribe algo. Me noto
impaciente por leer lo que ha escrito y cuando el camarero me la trae, me mira
con cara divertida pero no espera ya a devolver ningún otro recado. “Si te digo
lo que quiero hacer no esperarás al final del concierto”. Y no sé bien si es
algo en plan simpático o en plan morboso, pero lo voy a averiguar, total, no
hay ningún otro plan esperando y la noche me trae un desconocido con ganas de
jugar. Las luces vuelven a bajar de intensidad mientras los músicos vuelven a
su sitio y las conversaciones se convierten en susurros hasta ser silencio
cuando las primeras notas cortan el aire de nuevo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Paso un rato absolutamente
fuera del mundo, sólo hay música, de la que acaricia, alguna que otra mirada y
penumbra con sabor a mi bebida favorita. Ahora me mira menos…da igual, cuando
mira la intensidad es mayor. Supongo que ambos imaginamos lo que va a pasar, al
menos yo lo hago. Y el concierto termina, y entonces sí comienzo a notar un
ligero nerviosismo por cómo vamos a encarar el siguiente paso. Una vez que
guarda su saxo le veo hablar con otro de los músicos y se encamina hacia mí. Ni
siquiera sé su nombre y me ha despertado las ganas…ésas que estaban dormidas
con otros hombres que no fueran “él”.
Viene a la barra, sonriendo un poco, y mis nervios crecen a la altura de
lo que ha subido el alcohol en el rato del concierto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> - ¿Puedo? – pregunta mientras coge la copa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">-
Claro, aunque no sé si te gustará. – pero él ya bebe casi antes de que yo termine
de hablar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> - Curiosa mezcla de sabores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Y yo le sigo
mirando como boba, con una media sonrisa imposible de borrar de mi cara. No es
especialmente guapo pero mira de una manera que me atraviesa, y la sonrisa hace
que sus ojos se iluminen. Me tiene ganada, lo sabe, y eso en este momento me
pone.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> -¿Te gusta? –digo finalmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> - Digamos que te pega. Peculiar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">-
¿Siempre contestas así?... ¿Con evasivas? – parece que el efecto del amaretto
esta noche es: descarada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> </span><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">- La verdad que no… Pero
estaba pensando que me gusta más lo que veo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">Y no dice más. Deja mi copa en la barra y aborda
la distancia que nos separa. Siento su mano en mi nuca, sus piernas entre las
mías y su labios me besan sin prisa. Al principio casi sin fuerza, rozando,
probando. La mano no me deja moverme y me agarro a sus caderas dejando que me
saboree la boca. Besa rico y mi cuerpo responde. Agarro su culo, siempre me han gustado, y tengo ganas de ver
si al tacto es tan bonito como me han contado sus pantalones. Lo agarro y él se
pega más a mí, forzándome a abrirme más de piernas. Los besos se hacen más
profundos y su mano libre recorre mi espalda hasta llegar también a mi trasero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">Cuando
se despega de mí, la respiración de los dos está alterada. Bebo un poco de mi
copa, sin apartar los ojos de él, y no sé muy bien si es una especie de reto
para los dos o simplemente el morbo de lo que parece que viene a continuación.
Vuelvo a sentir sus labios, su lengua saboreando el líquido en mi boca; sus
manos me sujetan la cara mientras me besa y ese gesto, tan poco usual en
alguien nuevo, me provoca una ternura que
dispara mi deseo. Mis manos se deslizan por su espalda, apretándole
contra mí al llegar de nuevo a su culo. Le noto pegarse y moverse contra mi
entrepierna, y al sentir su boca recorrer mi cuello, mi boca habla con voluntad
propia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"> - Vámonos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">Me
besa de nuevo, de manera profunda, que no termina hasta que un gemido se me
escapa. Sin mediar palabra me coge de la mano y me saca de allí. Al llegar a la
puerta se para, esperando que sea yo la que le guíe y, por un instante, dudo de
si llevarle a mi casa. Nadie ha compartido mi cama desde que ‘él’ se marchó. Y
como si supiera que debe cortar mi proceso mental, al ver que dudo, me pega
contra la pared aprisionándome entre su cuerpo y sus brazos. Siento su paquete,
imponente, que me trae al presente en cuestión de segundos. El trayecto a mi
casa lo hacemos sin hablar, mirándonos apenas de vez en cuando, palpando las
ganas. Un desconocido. Siento un morbo que será difícil de explicar si decido
contarlo. La idea me hace sonreír.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">Por
fin en mi casa, me apresuro a sobarle a manos llenas; está tan duro el abultado
pantalón que no atino a quitar mi mano de allí mientras me come la boca y
empieza a desnudarme. Le quito la camiseta y hago amago de quitarle los
pantalones, pero me quedo en el intento. Siento la pared fría del pasillo en mi
espalda, que es todo lo que de momento hemos avanzado. Mientras me afano en liberar
su miembro, él me ha levantado una pierna para abrirse camino con la otra mano.
Se le escapa un “¡joder!” junto a mi oído al tocar mis labios mojados,
recreándose en deslizar sus dedos entre ellos, introduciendo las yemas en esa
cueva deshabitada desde hace tanto. Gemimos ambos y busco su boca con ansia
liberando por fin su sexo, llenando mi mano. El tamaño es una extra, pienso con
gozo, pero mi atención vuelve a sus dedos abordándome hasta el fondo. La pierna
se aferra a él cuando mi pelvis se adelanta, absorbiendo esos dedos. Su mano se
recoloca un poco, acoplando el dedo entre los pliegues de mis nalgas y
acariciando el clítoris con el pulgar. Siento su polla en mi mano pero el ritmo
que está imponiendo la suya provoca que jadee sonoramente. Todo se llena de un
olor y sonidos que sólo mi cama ha escuchado antes. Cuanto más jadeo más sube
él el ritmo. Siento deslizarse un pequeño río desde mis entrañas, llenando su
mano, y me convulsiono apoyando la frente en su hombro, hasta que por fin lo
siento llegar. Los gemidos llenan el pasillo, y la cocina, y el salón, y mi
cuarto…y seguro que hasta el rellano y la escalera porque grito. A pesar de intentar
ahogarlos, el orgasmo que me recorre y hace temblar mis piernas, desgarra mi
garganta sin poder evitarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">Me
sujeta. Suelta mi pierna y, me sostiene en pie abrazando mi cintura. También su
otra mano me abandona y le veo chuparse los dedos con deleite mientras una
sonrisa, algo boba y encantada, se me escapa. Las miradas siguen hablando por
nosotros, así que cuando mis piernas responden, lo llevo al dormitorio y, una
vez allí, apenas tengo tiempo de tumbarme en la cama cuando lo tengo desnudo
encima de mí. ¡Por fin toda su piel sobre la mía!... La intensidad de las
sensaciones es tal que, al besarle, mi boca se recrea en saborear la suya
mientras se abre paso entre mis piernas y mi sexo le recibe, gozoso. Una
exclamación ahogada se me escapa cuando mis entrañan le acogen y aprecio su
tamaño, abarrotando el espacio, que se acopla rodeándolo. Mi pelvis se pega a
su cuerpo y la suya responde; mis piernas buscan sus hombros, se anclan, y sus
manos amarran mis caderas, clavando sus dedos en mi carne con cada embestida. Apoyo
las manos en la pared, detrás de mi cabeza, dejando mis pechos expuestos y
bamboleándose al compás de sus acometidas, con los pezones duros clamando
atención. Verme así, como si me estuviera exhibiendo, para un desconocido, me
dispara un poco más. Los espasmos que me provoca su polla golpeándome allí, en
mi esencia, son una delicia y cierro los ojos porque el dejarme llevar ya no es
una opción. Siento su cuerpo sudoroso vibrando con el mío; el clímax asoma, con
los gemidos convertidos de nuevo en gritos de placer, y su ritmo parece
enloquecer. La sensación es que voy a morir de gusto de un momento a otro y
cuando empiezo a perderme en esa negrura que me aleja de todo, llena solamente de
placer, le escucho lo que no sé muy bien si son gemidos o gruñidos y adivino
que también él se está perdiendo en su limbo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdqkg4DUHgNFqMa0eSgSvkGrc_UXfodMyj7VZpTYNogN79ffUq6k1ZUHTyH7h27HzSew5CTQUI94G1yhyCCrumUlI2-QDf3oALpmSNGPD_L4umad_s54uFRVK6FNf_rMO8_xMoyoP5humq/s1600/pareja_cama.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdqkg4DUHgNFqMa0eSgSvkGrc_UXfodMyj7VZpTYNogN79ffUq6k1ZUHTyH7h27HzSew5CTQUI94G1yhyCCrumUlI2-QDf3oALpmSNGPD_L4umad_s54uFRVK6FNf_rMO8_xMoyoP5humq/s1600/pareja_cama.jpg" height="196" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">Sudor.
Su cuerpo se recuesta sobre el mío y mi mente la inunda la sensación del sudor
mutuo. Nuestros pechos, aún agitados, parecen continuar la danza aunque más
calmada, pegaditos. Se me escapan unas caricias por su larga espalda y mis
pies, al final de mis encogidas piernas a su alrededor, empujan su culo hacia
mí. Suaves besos salpican mi hombro, mi cuello y por fin, mi boca.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">Un
desconocido, al que apenas he escuchado hablar hasta ahora, me envuelve. Ya es
jueves, mi cama sonríe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.25pt; text-align: justify; text-indent: -0.25in;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">-<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="es" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES;">Tenías cara de saber a pecado, nena. No me equivocaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-88503503891118498462014-05-02T13:22:00.000+02:002014-06-26T02:01:05.849+02:00La cena<div class="ecxMsoNormalCxSpFirst" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Era sólo una cena y, a la vez, era
mucho más. Me puse medias, liguero, era la primera vez que me atrevía a
vestirlo, y dejé mi sexo al descubierto. Seguramente él me mandaría al baño a
quitarme las bragas durante la cena, pero quería darle la sorpresa de no
llevarlas, que supiera que, a esas alturas y después de las insinuaciones o
charla que seguramente estaríamos teniendo, estaba húmeda y lista. Adelantarme,
intentar sorprender a quien tiene tanto mundo corrido. El vestido se cruzaba y
para él sería fácil abordar mis muslos en cualquier momento. Me excitaba la
idea de no saber en qué momento el educado dejaría paso al depravado (así era
como se autodenominaba). Me veía un poco más tarde, en una situación poco decente, en público, y no me reconocí...el grado de mi excitación estaba
a la altura de la vergüenza. Taconazo y labios rojos...quizás demasiado
rojos, pero mi parte depravada se impuso: dejarme llevar y no esconderme. Al
caminar sentí cómo se rozaban no sólo mis muslos, sino también mis labios...y
mi sexo sonrió complacido. </span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0hhXOUOQG6DRpxRQCysMe5Ogd8T22hpYkYfmrHA7FAyIB2BUbtugV7nFOTtg8pErG7Ztcd11s6Xa-dgEox3NDl3GbtMi8NaCPyP93NIeZDncP9zozg6mlDJmJa62PpDgnmUJujTAOkW8J/s1600/liguero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0hhXOUOQG6DRpxRQCysMe5Ogd8T22hpYkYfmrHA7FAyIB2BUbtugV7nFOTtg8pErG7Ztcd11s6Xa-dgEox3NDl3GbtMi8NaCPyP93NIeZDncP9zozg6mlDJmJa62PpDgnmUJujTAOkW8J/s1600/liguero.jpg" height="213" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El primer encuentro fue en esa librería donde suelo ir alguna que
otra vez, cuando me canso de leer en la pantalla y voy a gastarme un dinero que
no me sobra para poder saborear de nuevo el placer del pasar páginas en papel.<span class="apple-converted-space"> </span> Suelo perderme en la sección de
literatura erótica durante un rato, buscando nuevas lecturas que contengan algo
de trasfondo acompañando al sexo. La sensación, perdida entre las estanterías,
siempre es de una cierta excitación ante la posibilidad de un nuevo flechazo
con las letras. El primer roce pensé que era casual, sin premeditación, al fin
y al cabo el espacio entre estanterías es demasiado pequeño para que
quepan dos personas. Rozó apenas mi culo con su mano al pasar y aunque me
aparté en cuanto lo noté, ya era tarde. Se fue a otro pasillo y no le di más
importancia. Al rato, de nuevo absorta en el primer capítulo de una posible
compra, escuché un “Perdona”, bajito, a la vez que dos manos se posaban sobre
mis caderas y volví a percibir un roce en el trasero, más lento y obvio esta
vez. Un respingo me sacudió y propició que sus manos me liberaran, pero el
sobresalto ya se me había adherido a la piel y me giré a mirar. La situación
era un poco surrealista porque realmente había poco espacio, pero también es
verdad que aquel acercamiento personal no era necesario. Lo que encontré fue
una sonrisa, ni lasciva ni prepotente, una simple sonrisa divertida ante mi
nerviosismo; evidentemente a mí no me hacía gracia la situación, pero la
realidad es que él apenas se había movido y seguía a mi lado, sólo se había
molestado en separarse algo, lo justo para que los cuerpos no se rozaran.</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;"> Y ahí
vino lo curioso, no me sentí molesta; vi su sonrisa, su pelo canoso y algo
largo, para la edad que su cara contaba, y no atiné a decir palabra. "</span> Hola", sólo eso dijo, y el silencio que envolvió su
saludo pareció darle alas a su confianza, traduciéndose en un gesto lento y decidido: me besó.<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"></span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpFirst" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Fueron besos sin prisa, sin esperar
respuesta, sujetando mi cara con sus manos y dejando que sintiera la delicadeza
de la presión de sus labios. Mil pequeños pensamientos me asaltaron todos a la
vez: desconocido y descarado; sitio público; calor; ternura… ¡¿Pero qué carajo
estaba pasando?! Cuando mi mente apenas empezaba a reaccionar y estaba a punto
de separarme, lo hizo él. Se sacó un bolígrafo del bolsillo y escribió en mi
mano un número de teléfono. Absolutamente descolocada y frustrada por no haber
sido capaz de decir una sola palabra, así me dejó. Cuando se me pasó el asombro
por lo que acababa de ocurrir, y olvidando comprar algo, me fui a casa. Al cabo
de un rato ya no me acordaba del suceso excepto si veía en mi mano la tinta de
bolígrafo. Cuando vi que empezaba a borrarse decidí que lo anotaba en algún
sitio más perdurable. Pasaron un par de días hasta que, después de ver el
papelito vagando por distintos sitios de mi casa, me atreví a ver qué pasaba si
me ponía en contacto con él. El recuerdo del beso me gustaba, esa era la
verdad, y el tipo era atractivo a pesar de la edad que parecía tener…unos
cuarenta y tantos, largos, o cincuenta años. Una aventura así no se presentaba
a menudo y tenía curiosidad.</span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Tampoco dejó pasar muchos días,
después de empezar a chatear, hasta que llamó por teléfono y descubrí que
tenía la voz bonita. Apenas la recordaba, porque lo poco que dijo en la
librería fue impersonal y casi en susurros. Apenas había temas personales en las
charlas; manejaba bien las conversaciones y las llevaba al punto que le
gustaba: convencerme para vernos y seguir donde lo dejó en la librería. Era
directo pero no empalagoso y siempre me dejaba buen sabor de boca hablar con
él, siempre, lo que mi parte revoltosa usaba como excusa para darle alas. Las
conversaciones se volvieron cada vez más calientes y comenzó a darme pelos y
señales de todo lo que le gustaría hacerme. Yo me dejaba…</span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">A pesar de que vivimos en la misma
ciudad decidimos quedar a cenar en el restaurante de un hotel estupendo, por si
todo salía como esperábamos.</span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Ya en el restaurante, saludos
corteses con miradas que intentaban decirse cosas. Charla fluida, como era de
esperar y pequeños roces de manos aventurándose a explorar el terreno. En un
momento dado, con la conversación distendida y los cuerpos relajados, lo vi acercarse
a mi cuello y sentí cómo me olía, a la vez que le escuché pedirme que me las
quitara..."ya sabes qué", dijo. Me quedé seria y le dije que no.
Él se quedó descolocado por un instante, "¿no?". Entonces fui yo la
que agaché ligeramente la cabeza, hacia su cuello, y le susurré que no me podía
quitar lo que no llevaba puesto. La sonrisa de él afloró lenta, cómplice, y mi
pecho se agitó junto con su respiración. El juego de había hecho real. </span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">En el postre él sirvió champán en
las dos copas. Brindamos por la noche que teníamos por delante, bebimos y vi
que él metía la mano por debajo del mantel. Al sentir el roce de la mano de él
en mi muslo mi boca se abrió, con vida propia, y exhaló un suspiro. La cara de
él no cambió y seguía comiendo postre, como si la otra mano, la exploradora, no
estuviera haciendo nada. Pero yo la sentía acariciando el interior de mi muslo,
recorriendo mi piel por encima de la media, por el borde de la liga después, y me
abrí de piernas. Me recoloqué en la silla, acercándome a la mesa un poco y, con
eso, los dedos de él llegaron hasta mi pubis. Pensé que debía estar roja,
sentía el calor que me subía entre los muslos y éste debía reflejarse en mi
cara ante el pensamiento de que alguien se diera cuenta de lo que estábamos
haciendo. </span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Él parecía
estar a lo suyo, seguía charlando, con sonrisa de medio lado, viendo que yo
empezaba a no controlar mis reacciones. Sus dedos recorrían el interior de mis
labios, resbalaban entre ellos, empapados ya. Bebí un poco, notaba la boca seca
y era incapaz de cerrarla. Empecé a temer que los jadeos, incluso silenciosos,
me delataran; me costaba controlar la respiración. Él se calló, me miraba a los
ojos, observaba mi boca entreabierta y mi escote mientras dos de sus dedos
buscaban penetrarme. Me recosté un poco en la silla y me abrí más para él.
Ahora era más obvio, con mi postura, lo que estaba sucediendo. "¿Qué te
pasa, nena?"...el muy cabrón me provocaba cuando yo sabía que su miembro
debía estar completamente endurecido ya por el morbo de verme descolocada y
cachonda. Aparté la mirada de él; no me molesté en contestar, y sabía que él no
esperaba respuesta. Bebí un poco más de champán y me di cuenta entonces de que
en la mesa más cercana, dos parejas algo más jóvenes que nosotros, nos
observaban. Debían de hacerlo desde hacía un rato y había alguna cara
sorprendida, pero alguna otra cargada de deseo, nada más. Me invadió una mezcla
de morbo y sofoco, provocado por el pudor, que hizo que mis piernas hicieran el
intento de cerrarse. Él no me dejó, sus dedos me estaban penetrando, hasta el
fondo, y su mano se encajó con fuerza mientras las yemas de los dedos
acariciaban sus entrañas. Me vio mirar a la otra mesa y se imaginó lo que
pasaba. Se debió excitar más, porque lo vi moverse un poco en la silla, aun sin
sacar sus dedos de dentro de mí. Mi respiración empezó a descontrolarse a pesar
de mis intentos por disimularlo; le miré y susurré, "Para..." Él dudó
un instante, sin sacar sus dedos por ello; le parecía que el juego apenas
comenzaba y quería llevarme un poco más al límite. Me dijo que le gustaría que
me corriera en su mano allí, en público.</span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Algo en mi
cara le dijo que quizás era demasiado siendo la primera cena, así que sacó sus
dedos, despacio; acarició los labios hinchados con ellos, mojados, y al sacar
la mano de debajo de la mesa los chupó. Primero uno y luego el otro. Lo hizo
mirándome a los ojos. Hacía un poco ya que no hablábamos. "Ufff...Perdona un
momento", le dije, y me miró mientras caminaba hacia el baño. No le pasó
desapercibido el moviendo en la mesa de al lado. En el baño limpié el
hilillo de flujo que había comenzado a resbalar hacia abajo por la pierna mientras caminaba.
Lo pillé justo antes de que llegara a la media, lo recogí y me chupé el dedo.
Cerré los ojos, visualizándolo a él mientras se había chupado los suyos. Apreté
los muslos y moví las caderas en pequeños círculos, sintiendo mi coño gemir
lleno de mis fluidos. Estuve tentada de masturbarme pero preferí mantener esa
excitación un poco más, dedicarle el orgasmo a él. Cuando noté que mi respiración
volvía a ser normal, abrí, e iba a salir cuando me encontré a una chica bloqueando
la puerta. La reconocí, era de la mesa de al lado. </span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Retó a mis ojos un instante y luego recorrió mi boca, mi escote y llegó a la altura de
mi pelvis. Volvió a mis ojos y esperó un instante, a ver mi reacción, pero la
verdad es que la sorpresa había dado paso a una punzada en el clítoris ante el
repaso visual que me estaba dando. No me moví; no sabía muy bien cómo
reaccionar, pero como aquella vio que no protestaba, se adelantó un paso y me
besó. No era la primera vez que besaba a una chica y ésta me estaba magreando el
culo a conciencia mientras me besaba. Nos comimos la boca, las lenguas
bailaron, se mordieron los labios. Se notaba que ambas llevábamos calentón.
Quité una mano de las que me tocaba el culo, metiéndola entre el vestido,
quería que me tocara. Sentí esa mano extraña disfrutando, forzándome a abrir un
poco las piernas y la escuché gemir mientras yo le agarraba los pechos. ¡Ah,
cuánto tiempo sin tocar unos, y qué ganas de chuparlos!. Pasamos unos minutos
así y entonces le susurré al oído, "Habitación 415, sola o acompañada..."
Volví a la mesa y sentí los pasos de la otra chica volver también, detrás mí. </span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">"Límpiate,
que se nota que te han comido la boca, cielo, y el rojo es llamativo". Se
le veía divertido, satisfecho. "¿Nos vamos?". "Pero... ¿y el
champán?", protesté. "Tranquila, lo subirán a la habitación".
Era lo bueno de haber cenado en el restaurante del hotel. Nos marchamos y, al
pasar por la mesa de al lado, busqué la mirada de la chica, que no pareció
darse cuenta. Entramos en el ascensor con él agarrándome por la cintura y una
vez dentro, solos, me colocó contra el espejo, mirándonos en él a los ojos.
Desde atrás se pegó a mi culo, para que notara su erección y me metió la mano
por dentro del escote, buscando el pezón. Acercó la otra mano a la nariz y me
pidió que oliera, sus dedos aún olían a mi coño. Yo le había agarrado el culo,
para arrimarle a mí, y miraba hipnotizada en el espejo la mano que jugaba con
mi pecho, martirizando el pezón. Gemí y sentí su boca en mi cuello. </span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Ya en la habitación nos besamos con
desespero, y comenzamos a desnudarnos pero él me frenó. "Espera a que
vengan los del servicio de habitaciones, nena". Nos tocamos por encima de
la ropa, como adolescentes, y pegamos nuestros cuerpos, como si pudieran las
pieles traspasar la ropa. Tocaron a la puerta y él, mirándose divertido el bulto
en su pantalón, a punto de reventar, me pidió que abriera. No sólo venía el
champán, también fresas y chocolate.</span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJkseLUVse153Fh3OWmBvGyjoH12jc3ylXEj2gbviEsi0VyZXrYO2HMQfIpdTMoy_S2W582vThZZUMu14qcurrdjPh6V0OI6Ni9Kyv_BUu8O7lP0Pf5PWQDHME3y6VMg_GOeVXRhoPbpC3/s1600/1erotica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJkseLUVse153Fh3OWmBvGyjoH12jc3ylXEj2gbviEsi0VyZXrYO2HMQfIpdTMoy_S2W582vThZZUMu14qcurrdjPh6V0OI6Ni9Kyv_BUu8O7lP0Pf5PWQDHME3y6VMg_GOeVXRhoPbpC3/s1600/1erotica.jpg" height="320" width="320" /></a></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Me serví un trago y después lo besé,
con sabor a las burbujas doradas mientras le sobaba el paquete. Él me quitó el
vestido y yo le dejé también en ropa interior. De nuevo mi sexo chorreaba. Me
empujó contra la cama y subió mis piernas, exponiéndome, como sabía que le
gustaba. "Pero qué golfa eres, cielo... ¿te has dejado tocar por otra sin
mí?", "Sí" Y mis ojos le desafiaban mientras él liberaba esa verga,
que parecía querer reventar de alegría por ver mi coño listo para ella. Mojó
bien la punta en el sexo abierto y la deslizó hasta la entrada del ano. Me incorporé
sobre los codos para no perderme nada....me acaricié los pezones. Cuando empecé a jadear se puso de rodillas y acercó su boca, dejó que notara su
aliento caliente y paseó su lengua, bien abierta, desde abajo hasta el clítoris.
Gemí, le pedí más, y él me lo dio. Su boca y su lengua se turnaban, saboreando
ese coño que habían imaginado tantas veces. Me excitaba aún más viéndolo
hacerlo y mirarme, de vez en cuando, a la cara. Me empujó más adentro en la
cama y se puso de rodillas, para que pudiera verle la polla, brillante ya por el
líquido preseminal. Quise incorporarme pero no me dejó, aumentó el ritmo de su
lengua, metiéndola ya, mientras pellizcaba mis pezones. Los gemidos empezaron a
descontrolarse y le agarré la cabeza, amarrándola a mi entrepierna. Jadeábamos.
"Cabrón, me vas a matar de gusto". Mi pelvis ayudó y sentí venir el
orgasmo. "¡Sigue, sigue!, le pedí, y él siguió, arrancándome el primer orgasmo
cara a cara, bebiéndose mis fluidos mientras mi cuerpo se retorcía. Cuando
sintió que volvía, con mi cuerpo relajado, me besó y compartió mi sabor conmigo.
"Sabes deliciosa, nena, eso no me lo habías contado". Y así, con el
olor a sexo que desprendían nuestros cuerpos, sin poder aguantar más, me folló.
Aguantó poco, llevaba demasiado rato con la verga empalmada y comerme durante mi orgasmo había disparado su deseo. Subió de nuevo mis piernas, agarró los
tobillos, y las mantuvo abiertas mientras me golpeaba con fuerza en cada
embestida. Mis jadeos se unieron a sus gemidos cuando también él llegaba al
clímax. </span></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Apenas nos estábamos recuperando cuando
llamaron a la puerta y nos quedamos un momento en silencio, expectantes.
"Se han equivocado", dijo él. Pero yo me incorporé, lo besé y lo tumbé
en la cama. "Espera...", le sonreí. Fui a abrir sin cubrirme más de
lo que ya estaba cuando volvieron a llamar y, mirando un momento por la
mirilla para asegurarme, por fin abrí. "Joder", escuchó él decir a
otra voz masculina. Cerré la puerta y los invitados pasaron detrás de mí.
"Les he invitado a unirse, ¿qué te parece?". Él seguía desnudo en la
cama, como lo había dejado, y vi que su cara no era de sorpresa, sólo sonreía.
"¡Qué puta eres, cómo me gusta!" Y sentí que otra mano masculina me
acariciaba las nalgas mientras la otra chica, en vista de la bienvenida, siguió
donde lo habíamos dejado y volvió a besarme apasionadamente.</span></div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-38862017427638491312014-02-14T01:04:00.003+01:002014-09-18T16:44:41.675+02:00Nos reconocimos II<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="text-align: start;">(</span><i style="text-align: start;">AQUÍ CONTINÚA Nos Reconocimos I </i><span style="text-align: start;">)</span><br />
<br />
Una vez en el taxi, sin
importarnos estar empapados, volvimos a enredarnos en besos y abrazos. Todo fluyó y al llegar a su casa,
mojados como estábamos, me ofreció una toalla primero y luego una copa, para
entrar en calor, me dijo. El sofá era grande y parecía cómodo pero no me atreví
a sentarme con la ropa empapada, pero debió darse cuenta de esa mirada de reojo
al mueble porque, con esa sonrisa que me ganó desde el primer instante en que
apareció, se acercó y me besó con tiento.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Creo que a los dos nos vendría bien una ducha caliente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Le miré sin saber muy bien si
acababa de insinuarse pero me quedé allí, inmóvil. Salió del salón, sin
reclamarme y escuché de fondo el sonido del agua así que aproveché para
acercarme al equipo de música y lo puse en funcionamiento sin ni siquiera mirar
qué había puesto. Frank Sinatra me envolvió y me dediqué a mirar más en detalle
la decoración. Observé con deleite el cuadro grande que decoraba la pared sobre
el sofá y que llamó mi atención desde que entré. Era un desnudo femenino donde
la mujer se mostraba de perfil, sentada sobre sus talones y agachada, en
posición de recoger algo, dejando sus pechos asomarse al precipicio que se extiende
bajo ellos. La cabeza estaba ladeada hacia el que mira, con sonrisa cómplice y
mirada traviesa. Así, embelesada, me halló él cuando apareció. Se situó a mi
espalda, cerquita y me susurró al oído.<br />
<br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->¿Te gusta?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Es precioso.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Ésta haría buenas migas con la protagonista de tu
relato.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Seguro que sí.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me llega el mismo olor rico del
inicio de la noche y al girarme la imagen me desconcertó un poco. Sólo se había
vestido de cintura para abajo, con un pantalón de esos cómodos que nunca sé muy
bien si son de pijama o para hacer deporte. Traía el pelo húmedo, reluciente, y
parecía que el chico tímido de nuevo hacía acto de presencia, con lo que el
contraste de su actitud con su semidesnudez me descolocó.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Ve, caliéntate en la ducha y ponte ropa seca. – pero la
verdad es que era él quien me calentaba.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me agarró de la mano y me mostró
dónde está el baño, marchándose una vez que estuve ubicada. Vi que había dejado
ropa para mí. Con el pelo recogido noté cómo el agua caliente entonaba de nuevo
mis músculos y canturreé escuchando de fondo a Frank. La ducha me relajó y al
acabar me arreglé lo que quedaba de maquillaje y me solté el pelo terminando de
secarme. La verdad es que el vestido seguía bastante húmedo y miré con
agradecimiento la ropa seca que había dejado para mí, pero me quedé perpleja
cuando sólo encontré un pantalón, uno similar al de él. ¡No podía ser!, pero
por más que miré alrededor no había más ropa seca. Esa mezcla de timidez y
descaro me desató las ganas de nuevo. ¿Y ahora qué? Decidí estar a la altura de
las circunstancias, o del juego que parecía estar desplegando, así que me vestí
tan sólo con el pantalón y descalza, hombros atrás, para inspirarme una confianza
que en ese momento no sentía, aparecí ante él.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La luz era más tenue ahora. Él
estaba en el sofá, con su copa, y vi que estaba expectante ante mi vuelta del
baño, ante mi decisión sobre la ropa seca, seguramente, y ver cómo me
presentaba.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->El pantalón te sienta estupendamente – y su cara de
niño que se ha salido con la suya no quita ojo a mis pechos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si en el baño había sentido morbo
ahora allí, de pie, desnuda de cintura para arriba y viendo el deseo en su
expresión, sentí reptar las ganas por mi entrepierna y hacerla gemir. Sus manos
me llamaron y al acercarme aprovechó para tumbarse boca arriba. Esa parte
azucarada y tímida de mi interior seguía presente, a su modo, y me quedé en el
sofá sentada a su lado, mirándole. Protesté porque no me parecía justo que sólo
me hubiera dado un pantalón pero me replicó que así estábamos en igualdad de
condiciones. “Ven”, me pidió de nuevo, y tras darle un largo trago a mi bebida
me tumbé encima de él. Noté un gran bulto ya contra mi pubis y sonreí
recolocando mi cadera para acoplarlo lo mejor posible. Por fin sentía su piel
contra la mía. Los besos comenzaron siendo lentos, húmedos; los torsos
apretados.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoUtZLTFAOsTPwnwMeUVkLxp2MuX2E5pWHdcGIAiebIohyphenhyphen4rmA3WDc-eEQn71xd4Foa8lIR7z5IOvf28Gl9bEkG4PCYRUk3VV1UiYVqcsR47yEQ1tnEjWrWwdNwvnyXMZdI7Ts1CoiGDEQ/s1600/nosreconocimos2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoUtZLTFAOsTPwnwMeUVkLxp2MuX2E5pWHdcGIAiebIohyphenhyphen4rmA3WDc-eEQn71xd4Foa8lIR7z5IOvf28Gl9bEkG4PCYRUk3VV1UiYVqcsR47yEQ1tnEjWrWwdNwvnyXMZdI7Ts1CoiGDEQ/s1600/nosreconocimos2.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me susurró que quería ir con
calma y disfrutar de sentirme pero no estaba muy segura de poder aguantar ese
ritmo. Tenía ganas. Me moría de ganas de sentirlo. Así que, aunque al principio
le seguí, pronto comencé a restregarme contra él, a besarle el cuello y
mordisquearle la oreja. Noté que sus ganas también crecían y se animaba.
Pasamos un rato así, con el deseo a flor de piel, alimentándose de los besos;
el apetito y su polla creciendo al mismo ritmo; mis pechos apretados por sus
manos cuando me incorporaba un momento a tomar mejor postura para bajar a
mordisquear sus pezones. Su pelvis empezó a moverse a contratiempo con la mía y
el pantalón empezó a estorbarme. Había prescindido de las bragas y, a pesar de
la suavidad de la tela, su piel me llamaba a gritos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De rodillas, me quité el pantalón
y le ayudé a quitárselo a él. Por fin podía rozar toda mi piel con la suya,
sentirlo entero, pero se incorporó, quedando cara a cara y comiéndonos con
besos más intensos. Aproveché para bailar de nuevo contra sus caderas y restregarme contra él, sintiendo su polla resbalar por mis labios mojados mientras
nos mordisqueábamos las bocas. Sentía las caricias de sus manos, desde la nuca
hasta el culo, y mis pezones vibrar, duros, con el roce del vello de su pecho.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me tumbó y me abrí bien de
piernas, invitándole a acoplarse, y le acogí entre ellas cuando se puso
sobre mí. No aguantaba más, sentía mi clítoris palpitar; empezaba a doler por
la excitación y el roce. “Fóllame”, le pedí entre gemidos, agarrándole
el culo a dos manos. Pero no lo hizo y me siguió torturando, un poco más,
restregando su sexo contra mi humedad, hasta que bajó y sus labios acariciaron
aquellos míos que no podían devolverle el beso. Me lamió. Lamió mi sexo
despacio, llenándolo con su lengua, recorriéndolo de abajo a arriba una y otra
vez. Olvidé casi por completo las ganas de sentirle dentro sintiendo esa
deliciosa lengua deslizarse cada vez más empapada de mí. Me sentía como un helado siendo saboreado
mientras mis piernas y mi pelvis se rendían a ella. Mis jadeos se convirtieron
en gemidos; su cabeza, prisionera de mis manos, apenas se movía, dejando a la
lengua y a mis caderas bailar a su ritmo. Los gemidos crecieron, al ritmo que
mi pubis se retorcía contra su boca, hasta notar que el orgasmo se acercaba. Me
elevé, grité, me corrí.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo aparté suavemente porque mi
clítoris necesitaba descanso, un respiro, pero él respondió haciéndome probar
mi sabor con sus labios. Estaba empalmado y me dejó sentirlo, un instante,
antes de sentir mi mano acariciándole. Todavía entre jadeos le masturbé, pero
estaba tan excitado que enseguida se corrió encima de mí.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9IKk-ZUdpBA4YCFVlvpBlxPlqdRrT_f1ERe3YxgIpu_a3j_BsTRsSP9OfEHhmi5KuwKwet0gp2FRASDyIVCiDPjvDd8nzQCjIGOrgDkABrXJM_e0zgA7O31NX3hT8XLejIAKea7PZzvwQ/s1600/nosreconocimos2_2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9IKk-ZUdpBA4YCFVlvpBlxPlqdRrT_f1ERe3YxgIpu_a3j_BsTRsSP9OfEHhmi5KuwKwet0gp2FRASDyIVCiDPjvDd8nzQCjIGOrgDkABrXJM_e0zgA7O31NX3hT8XLejIAKea7PZzvwQ/s1600/nosreconocimos2_2.jpg" /></a></div>
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aún recuerdo el calor, su sudor
contra mi piel, la languidez y su cuerpo descansando sobre mí. Así pasamos un
rato, tumbados, con su cabeza apoyada en mis piernas. Luego comenzó a olerme,
acarició mis muslos con la incipiente barba y sentí su nariz abrirse paso. Su
mano iba de avanzadilla, con los dedos provocándome en un arrastrar cansino que
comenzó a encenderme de nuevo. Su nariz me recorría las ingles, dejándole luego
espacio a la lengua, llenándose ambas de mí. Pensé que sentiría sus dedos
penetrándome pero era su boca la que exigía protagonismo y mis piernas se
rindieron abriéndose de nuevo de par en par, dejándole disfrutar y deleitando
mi coño de nuevo. Su lengua en mis labios sabía sabrosa; incansable, parecía no
saciarse nunca con mi sabor y me recorría hasta bien adentro. Me penetraba
hasta allí hasta donde podía, desvergonzada, y volví a sentir ese
estremecimiento de la piel que auguraba el ascenso del clímax de nuevo.</div>
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-21575261407607671122014-02-10T21:43:00.000+01:002014-04-25T10:29:32.942+02:00Nos reconocimos I<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
Nos reconocimos. En el tren, con
una libreta y un bolígrafo, escribiendo a la vieja usanza y el interés se
disparó, la curiosidad hizo acto de presencia y hasta su postura corporal
cambió. Timidez. ¿Cómo comenzar a conversar? Esa corriente de energía ya se
había generado y ahora la duda era qué colocar en ella: qué palabras; en qué
momento; cómo gestionar las sonrisas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span>Perdona, ¿escribes un artículo? </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Así de escueto, educado y directo
comenzó a conversar. Simplicidad en estado puro. ¿Cómo no contestar a eso si
además venía acompañado de una bonita sonrisa? </div>
<div class="MsoNormal">
Apenas unos minutos de
conversación pero da tiempo a reconocerse, a saber que podrías estar horas
hablando. Pero hay gente alrededor y a pesar de intercambiar información no muy
reseñable, sentí que el espacio estaba invadido. Esa burbuja donde dejar fluir
confidencias y experiencias más personales no era posible. Estábamos en un
tren; mesa de cuatro, espacio compartido.</div>
<div class="MsoNormal">
Aún no sabía en ese momento sobre
lo que escribía. Si supiera que mientras me ha observado y se ha decidido a
hablarme yo estaba inmersa en una escena de sexo que me tenía transportada a
otro instante, mucho más íntimo, donde ninguno de los presentes alcanzaba a estar
excepto yo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->No, no es un artículo. Es tan sólo una pequeña
historia.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Los otros viajeros escuchan;
disimulan pero la cercanía no deja lugar a otra cosa.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span>¿Te importaría que lo lea? Me encantan las historias. –
de nuevo esa sonrisa. Decido que esa burbuja existirá si la creamos y le paso
la libreta.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pelo algo rizado y todo en él
color avellana: ojos, cabello y hasta el color de su piel está algo tostado. La
sonrisa es franca y la despliega ante mí cuando recibe la pequeña libreta. Le
observo mientras lee y su cara se pone algo seria mientras se concentra en la
lectura. Espero que se refleje algún cambio en ella mientras avanza en el
relato e incluso que me dirija alguna mirada cómplice. Nada.</div>
<div class="MsoNormal">
Tan sólo cuando me la devuelve
las comisuras de sus labios se alzan y clava su mirada en la mía. La burbuja se
ha creado.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Interesante. – me dice.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->¿Te ha gustado?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Sí, bastante. No me esperaba ese tipo de historia.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Gracias.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El resto del viaje nos sirvió
para ir charlando sobre la ciudad destino, para averiguar que él es de allí y
yo le conté que sólo iba de escapada de fin de semana. Sola. Los viajes ponen
en marcha a mis musas y la sensación de aventura no suele abandonarme cuando
salgo de mi entorno habitual.</div>
<div class="MsoNormal">
La conversación siguió fluida y
los pocos silencios no eran incómodos sino tan sólo el preámbulo de un poco más
de charla amena descubriéndonos pequeños detalles, algo superficiales aún, de
nuestras vidas. El tren llegó al destino y le pedí el teléfono, con tono algo
inseguro a mi pesar pero es que…¡era tan encantador! Él volvió a sonreírme,
complacido, y me dijo que no sabía si yo querría dárselo. Aprovechamos para
intercambiar no sólo teléfonos sino también los nombres.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Llegué al hotel sintiéndome contenta.
La falta de costumbre hacía que sintiera como una peripecia el incidente del
tren y el conocer a alguien interesante siempre era un extra. Aún era un poco
pronto para pensar en bajar a buscar sitio para cenar, así que me preparé un
baño y me metí en él con el chico de sonrisa dulce y mirada interesante en
mente.</div>
<div class="MsoNormal">
Con el cuerpo fresco y
canturreando mientras deshacía la maleta sonó el teléfono. El corazón se me
aceleró un poquito por la sorpresa al ver el nombre del desconocido del tren.
Quería que cenara con él y me propuso una tasca que yo no conocía. Parecía que
esa ropa que solía coger para disfrutar de sentirme guapa en los viajes, ese
día tendría un espectador. Vestido cómodo pero marcando curvas y generoso
mostrando escote. Me vestí sin prisas, disfrutando del momento, de la espera, y
cuando por fin llegué a la tasca me lo encontré esperándome ya. Se había puesto
guapo. Nos saludamos con dos besos y me gustó el toque de su mano en mi brazo.
Olía rico.</div>
<div class="MsoNormal">
No había tensión. La inquietud
inicial dio paso enseguida a la comodidad vivida en el tren pero ahora
estábamos solos. El vino ayudó a relajar un poco más, si cabe, el ambiente
entre nosotros pero a pesar de estar sentados cerca él guardaba las distancias,
se mantenía en su sitio.</div>
<div class="MsoNormal">
Se acercó un poco a mí al sacar
el tema de esos relatos que escribo y su olor me llega de nuevo,
envolviéndome. Le conté un poco sobre ellos, bajando algo el tono de voz, y
hasta le dejé saber que a veces me caliento mucho mientras los escribo. ¡Ay, el vino…!</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->¿Así que te calientas?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y esto me lo preguntó sin esperar
respuesta alguna, bajando su mirada a mi boca. Mi cuerpo reaccionó y mis labios
se entreabrieron sabiéndose observados.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->El que me has dejado leer en el tren también me ha
calentado a mí. Menos mal que te he preguntado por lo que escribías o me lo
hubiera perdido…</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span>Si.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No alcancé a decir más, en ese
punto daban igual las palabras. Las cabezas estaban ya bastante cerca y el tono
de las voces era apenas un susurro. El deseo había comenzado a serpentear mi
cuerpo y me acerqué un poco más, incitándole. Quería besarle. Sus labios se
abrieron para mí y recibió mi boca de manera tierna. Besos delicados, suaves,
que en vez de aplacar mi deseo consiguen que crezca un poco más. Al separarnos
le vi mirarme el escote. Ya le había pillado mirándolo de reojo durante la cena
pero ahora el recatado parecía haberse echado a un lado y yo sentí que me
derretía un poco más descubriendo el deseo en sus ojos mientras no tenía
reparos en disfrutar de la vista sabiendo que le estoy observando.</div>
<div class="MsoNormal">
Mi respiración andaba algo
entrecortada y era muy consciente del movimiento de mis pechos bajo su
escrutinio. Arriba, abajo. Arriba, abajo. Cuando sus ojos retoman los míos
pienso en decir algo pero no se me ocurre nada y pasamos así un instante que no
sé si duró apenas unos segundos o varios minutos largos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->¿Nos vamos? – me dijo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Asentí siguiendo esa inercia que
se había apoderado de mí y me hacía ser consciente sólo de él y de esa
corriente que había aparecido entre los dos. Mientras salíamos me preguntó
bajito si me parecía bien ir a su casa y asentí de nuevo, perdiéndome en sus ojos.
Al salir a la calle llovía; llovía como si no hubiera mañana y yo bajé un
momento de la nube, pensando en cómo iba a quedar mi pelo, el maquillaje y en
que ese vestido, que tanto me gusta, se iba a pegar a mi piel como un aliado
más de la tensión sexual que flotaba en el ambiente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8-IyYe9mN5HLLd2YdTJyclXOqrB1epuIVbPmUxxxBJmMkQlD-CO_wA0HYHfsX0tdReAYTCldCdt_XIlSCNHZzjv3ZMTKNAZKc4jPzTHGlxtSW5IWM39eVAO6lxF-E6NlrLkZB3z_Xoe-n/s1600/manos_lluvia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8-IyYe9mN5HLLd2YdTJyclXOqrB1epuIVbPmUxxxBJmMkQlD-CO_wA0HYHfsX0tdReAYTCldCdt_XIlSCNHZzjv3ZMTKNAZKc4jPzTHGlxtSW5IWM39eVAO6lxF-E6NlrLkZB3z_Xoe-n/s1600/manos_lluvia.jpg" height="253" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
CONTINÚA EN "Nos Reconocimos II"...</div>
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-12618502368007328472013-09-15T19:53:00.003+02:002020-09-14T09:29:34.780+02:00En clave de masaje<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Noche de plan imprevisto, de última hora y,
como casi todos los no planeados, estupendo. Copas, risas, amigas, amigos de
amigas y entre ellos, él, Pablo. No lo conozco mucho, hemos coincidido muy
pocas veces. Es de mirada dulce pero sonrisa pícara, una mezcla irresistible y
peligrosa que no pensé llegar a experimentar en las distancias cortas. </span><br />
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">El
cruce de miradas que hubo durante toda la noche fue creciendo y, cuando ya el alcohol ayudaba a desinhibirse
sin esfuerzo alguno, las miradas dejaron paso también a la charla distendida y
las sonrisas tontas. En la charla, al cabo de un rato, me habla de su trabajo y me ofrece una sesión
gratuita, un masaje, el que yo quiera. Y claro yo, por pedir que no quede, así que
me pido un completo, uno de cuerpo entero, que nunca me han dado uno. Me
propuso una cita esta misma semana y me alegré porque, la verdad,
apetecía volver a ver esa mirada dulce, a la que tenía que acceder levantando
algo mi cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Su centro de fisioterapia y terapias
naturales es en realidad un pequeño apartamento donde apenas distingo cuatro
puertas al entrar. Me acompaña por una de ellas a un diminuto despacho donde me
toma los datos e intento ser lo más impersonal posible porque ahora no hay
alcohol que me ayude a controlar los nervios que este chico me provoca estando
cerca. Pasamos a la sala donde realiza los masajes y me da una toalla pidiéndome que me prepare, que me desnude, mientras sale un momento. </span><br />
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgThh25KsK3dmgzGVZo0SZcIkL7p4LhYJVf4WpAZpy8LZwv0f1cYciwlyLsz1hFpQwq1876YSih2X6GpfVdB1W9dZ96JHaf1CZkCYYnVt-kouq2QCzsze47eGcgeOGAg0DrHUDA_2aVNqu9/s1600/Masaje-erotico.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgThh25KsK3dmgzGVZo0SZcIkL7p4LhYJVf4WpAZpy8LZwv0f1cYciwlyLsz1hFpQwq1876YSih2X6GpfVdB1W9dZ96JHaf1CZkCYYnVt-kouq2QCzsze47eGcgeOGAg0DrHUDA_2aVNqu9/s320/Masaje-erotico.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;"></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">El volumen del
hilo musical es suave y la música fluctúa entre el jazz y el blues. Respiro
hondo. Me siento...alterada, y debo concentrarme en que me va a dar un masaje y es
un profesional. Me desnudo tal y como me ha pedido y, apenas acabo de tumbarme
en la camilla, tapándome como puedo con la toalla por detrás, cuando él aparece
de nuevo en la habitación y tan sólo me habla un momento para preguntarme si
estoy cómoda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 11pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Relájate,
cualquier tratamiento es más eficaz si lo recibimos relajados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 11pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Vale
– respondo, mientras una sonrisa me asoma a los labios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Todo en él es pausado, sus andares, sus
miradas, su calmada voz y, por supuesto, también su manera de trabajar. Me
acomoda la toalla de manera que apenas me tapa el trasero. Desde los pies hasta
las caderas sus manos me recorren. Untadas de aceite se deslizan acariciando mi
piel, asegurándose de que toda queda bien bañada para que el trabajo sea
fluido. Al principio el masaje es algo más acariciante, superficial, y luego
poco a poco va presionando más, hundiendo algo más sus dedos de manera lenta.
Ascienden para luego volver a descender, como si estuvieran anclados a mi piel
por algún invisible artilugio y no sé cuánto tiempo pasa en esa fase porque
ando algo excitada, mi piel ha despertado y mis sentidos están alerta. Siento mi
boca seca y sus dedos llegar cada vez un poco más lejos. Se deleitan en
estimular las plantas de mis pies, mis pantorrillas y alternan mis piernas por
fuera y por dentro. Si suben por fuera se encargan de llegar a las nalgas
apartando la toalla que las cubre, clavar los dedos y arribar a mis caderas
invadiéndolas con ganas. Si sus manos toman el camino interno de mis muslos,
entonces se acercan sin pudor a las ingles, cada vez un poco más arriba. Mis
piernas deciden abrirse un poquito más y lidiar esta guerra por su cuenta,
deseosas de que esas manos atraquen en el puerto que las une. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Escucho la puerta abrirse. Mi cara es un
poema. Unos pasos se acercan, debe ser su socia, su compañera de trabajo, pero…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 11pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Pediste
un masaje completo y he pensado que me vendría bien una ayuda – me dice Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Miro a la chica y le devuelvo la sonrisa. Por
un momento sólo soy capaz de pensar en que habrá una espectadora para las
caricias de él, algo indiscretas ya, y sólo la conozco de vista. </span><span face=""arial" , sans-serif" style="font-size: 11pt;">Ahora siento cuatro manos. Cuatro manos
bañadas de aceite que recorren caminos a pares y que apenas dejan que haya algún
centímetro de mi piel que se sienta descuidado. Desde la palma de mis manos
hasta el final de mi espalda, pasando por mi cuello, allí donde comienza el
cabello, así me trabajan las manos de ella; las siento deslizarse
profundamente, transitando mi piel de manera atrevida y acariciando la parte
externa de mis pechos, la parte que mi postura deja accesible. Cada vez que sus
manos vuelven al lateral y mi piel recibe sus roces, un pequeño destello de
placer despierta entre mis piernas. Esas manos de mujer son algo más audaces y
bajan más, no dejan que mis nalgas se sientan desatendidas. Me masajean y
siento cómo en ese subir y bajar va abriendo y cerrando esa curva tímida tan
prieta siempre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Mi respiración se ha hecho audible y algún
que otro suspiro se me va escapando. Entonces ella me susurra que me gire,
ponte boca arriba, me pide, y la temperatura de mi cuerpo sube de golpe.
Naturalidad, me digo. </span><span face=""arial" , sans-serif" style="font-size: 11pt;">Cuando me doy la vuelta veo que Pablo tan
sólo lleva ahora el vaquero, la bata ha desaparecido y a ella la veo
deshaciéndose de la suya mientras yo me acomodo en la camilla boca arriba
tapada únicamente por la toalla, que ahora apenas cubre unos centímetros de mi
piel bajo el ombligo. Y así, ella en ropa interior y él mostrando torso
continúan el masaje. Cierro los ojos por un momento, siento que me he sonrojado
e intento normalizar mis sensaciones. Vano intento porque noto que me quitan la
toalla que me cubría, así que abro los ojos. Ahora, además de sentir cuatro
manos puedo ver esos dos cuerpos dedicándose a mí, agachándose y rozándome a
veces con brazos y pechos cuando sus cuerpos se estiran. Llega un momento en
que cada</span><span face=""arial" , sans-serif" style="font-size: 11pt;"> </span><span face=""arial" , sans-serif" style="font-size: 11pt;">uno se sitúa en un lado y les
veo acercarse despacio. Se besan pero no dejan de tocarme. Mis ojos miran
hipnotizados esas dos bocas que se comen sin prisa, pero mi atención se desvía porque
mis tetas están siendo amasadas con ese mismo ritmo enloquecedor. Dos manos
distintas, dos tactos y sensibilidades diferentes marcando su propio ritmo cada
una y consiguiendo que deje de ser el mero objeto de atención para pasar a ser
una parte activa más y palpar sus piernas, sus culos y lo que la distancia les
permite a mis manos alcanzar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Se miran a los ojos un instante y parecen
hablar sin mediar una sola palabra. Ella se deshace del sujetador y por fin
puedo ver esos pechos que me tenían intrigada. Se sitúa detrás de mi cabeza y
se agacha dejando resbalar sus manos por mis costillas hasta mi vientre. Eso
hace que yo tenga sus pechos a mi alcance y mi boca se lance a atrapar uno de
esos pezones que penden sobre mi cara, como uvas maduras esperando ser comidas,
mientras en este momento soy yo la que le acaricia el lateral de esas dos
frutas que me invitan a jugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Esas cuatro manos rondan todas el mismo
lugar, se entretienen en rodear mi centro con caricias cada vez más descaradas, sin
llegar a tocarlo, pasando por mi ombligo, mis ingles, bajando alguna un poco
más bajo y acariciando ese pedazo de piel donde comienza el trasero y que
arrancan de mí unos gemidos cada vez más guturales y una reacción en cadena de
mis piernas y cadera, incitándoles a seguir. </span><span face=""arial" , sans-serif" style="font-size: 11pt;">Se deciden, se lanzan, y de nuevo siento la
sensibilidad de dos manos diferentes explorándome. Mi boca suelta la presa
porque necesita coger aire, jadear y mis manos la sustituyen acariciando y
pellizcando el vaivén de esos pezones sobre mí.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Tiran de mí, me incorporo y me encuentro de
cara con la boca de Pablo esperándome. La como, la chupo, la llevaba deseando
probar desde el momento en que me abrió la puerta. Mientras tanto ella, ahora
detrás de él, le está liberando esa verga empalmada que las dos estábamos
esperando. Una vez que pruebo el sabor de sus labios en los míos, su lengua
jugando con la mía, soy yo la que me lanzo a descubrir su cuerpo y le acaricio
esa punta que está ya tan húmeda como yo. Me llevan a otra habitación donde una
cama llena la estancia. Yo me acerco a besarla. Esta es otra boca que estaba deseando desde
que me ha sonreído al inicio y dejo que mi cuerpo se deleite sintiendo el de
ella, se deje llevar y también invadir por las manos de Pablo que me sorprenden
ahora por detrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Tres cuerpos por explorar: tres bocas
ansiosas, seis manos juguetonas, dos coños mojados y una verga empalmada. Tres
respiraciones alteradas y tres lenguas que buscan. Comenzamos un baile sin
pasos previos definidos donde no hay más música de fondo que nuestros jadeos,
el sonido de nuestros besos y de las caricias sordas que producen ecos de
gemidos ahogados. Escucho golpeteos que mi cuerpo no siente mientras otra
saliva me recorre y yo toco rincones desconocidos.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
</div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-26028386468097712742013-08-15T12:55:00.001+02:002023-11-14T19:45:02.192+01:00Cumpliendo deseos<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Medio
desnuda. Sólo mi quimono corto de seda, el que tanto me gusta llevar en casa, y
un pequeño tanga me cubren. Satisfecha. Saciada. Con una sonrisa de oreja a
oreja porque aún le tengo en casa, y aunque cansado, sé que todavía está listo
para algo más de este juego delicioso al que hemos estado jugando las últimas cuatro
horas. Ha llegado después de semanas sin vernos con su misma actitud de
siempre, pagado de sí mismo y con esa media sonrisa con la que parece estar
guardando un secreto, algo que sólo él decide cuándo mostrar. Siempre me
recuerda a un niño juguetón y codicioso que guarda su chocolatina favorita para
decidir quién se merece compartirla.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Lo
he dejado en la cama ronroneando, sin querer levantarse, perezoso, estirándose
como un gato, y yo he puesto música tranquila que me resulta muy sensual, con
la que a cada suave movimiento de mi cuerpo la seda me acaricia. Estoy preparando
un batido de frutas que nos reponga del esfuerzo, pero mis sentidos están tan
alerta que me olvido de lo que escucho sintiendo resbalar el zumo de los kiwis
que tengo en las manos. Empiezo a cortar en pedacitos, despacio, para alargar
la sensación del líquido resbalando entre mis dedos. Noto sus brazos alrededor
de mi cintura y por encima de mi hombro le siento mirar lo que hago, cómo juego
tocando la fruta y los regueros del zumo se deslizan bañando mi mano con
riachuelos verdes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">El
sentirlo pegado a mí me llena de nuevo de esas emociones de las que mi cuerpo
sigue bebiendo y disfrutando. La espera fue tan larga que la vibración corporal
no termina de decrecer, se mantiene a un nivel que no somos capaces de
disimular. Siento sus manos en mis caderas y su boca en mi cuello, intentando
imitar con la lengua el efecto del zumo de la fruta en mis manos. Mi respiración
se altera y siento mi boca abrirse, casi pidiendo en voz alta mientras cojo la
sandía que tengo preparada. El zumo es rojo ahora, noto el líquido entre mis
dedos, de nuevo, a la que vez que siento los suyos aflojando un poco el lazo y
abriendo lo único que me cubre. Sus brazos me rodean de nuevo, pero esta vez
cada una de sus manos se aventura hasta uno de mis pechos. Se posan, acarician,
masajean, pellizcan y por un momento dejo mi tarea, me dejo caer sobre él apenas
lo suficiente para volver a concentrarme en sentirle.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Se
pega a mí y me giro buscando su boca. Vuelve a regalarme sus besos
mordisqueando los labios y jugando un poco con su lengua. Aprovecho que está
zalamero para jugar un poco con la fruta que tengo en las manos y meto un
trocito de sandía entre nuestros labios. Los dos mordemos, hasta chupamos un
poco intentando evitar el desperdicio del zumo pero no es posible y la risa se
mezcla con las lenguas y la sandía. Me gira del todo y decide disfrutar del
trozo de fruta que aún sostengo, aunque no sabría decir si en ese instante le
gusta más la fruta o mi mano pues va lamiendo mis dedos, sujetándolos, mientras
va deshaciendo la fruta en su boca y su lengua se encarga de limpiarme
despacito, saboreando cada pequeña parcela de piel. Me ha buscado la mirada,
esa mirada que me suele hipnotizar, con la que siempre consigue ponerme algo
nerviosa, y que me reta esta vez.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Me
dejo hacer mientras su otra mano me abre más el kimono, mete un poco los dedos
por debajo de la tela y la va desplazando dejando al descubierto el pecho a la
vez que se desliza hacia abajo erizándome la piel y consiguiendo que los
pezones reaccionen. Libero mi mano y le beso, le como la boca mientras le
sujeto con fuerza la nuca y él sigue acariciando el cuerpo que ha dejado expuesto.
Siento su abrazo, piel con piel desde el pecho a los muslos. Me abre, se pega
más a mí y le siento empalmado mientras los besos van cargados de lujuria,
impaciencia.</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;"> Con voz entrecortada y llena de deseo le
susurro que necesito sentirle dentro de mí pero a su lado perverso siempre le
gusta llevarme la contraria. Sin deshacer el abrazo me lleva a pasitos cortos y
con calma hacia la cama pero en cambio el ritmo se aviva, las respiraciones se
aceleran y las manos parecen volverse locas recorriendo los rincones que
empiezan a conocer. Caemos sobre la cama y me ayuda a quedarme desnuda mientras
siento su boca en mi cuello, invitándome a enloquecer un poco más. Se coloca
encima y sigo dejándome hacer, con curiosidad por sus próximos pasos…</span>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Apoyado en la cama me besa en los labios, su
lengua baja hasta mi cuello y sigue hasta llegar a mis pechos, mis pezones,
mientras sólo su pelvis con la polla dura se apoya sobre mí. Me derrito otro
poquito más y me retuerzo débilmente debajo de él empezando a sentir dolor en
mi coño completamente excitado ya. Aprovecha para restregarse contra mí y dejar
que su sexo se empalme más. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">- Espera <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>– me dice, y yo asiento obediente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Le veo acercarse a mi percha a descolgar uno
de mis pañuelos, el que llevaba cuando nos encontramos hace unas horas, y no
puedo evitar que mi yo más travieso deje ver una sonrisa pícara en la comisura
de mi boca. Me venda los ojos y a partir de ese instante mi mundo, privado de
uno de sus sentidos, alerta a los demás dejando que mis oídos y mi piel como
avanzadilla se abran a recibir cualquier cosa en la que se quiera recrear con
mi cuerpo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Morcheeba sigue sonando de fondo, sus manos
me recorren, bajan despacio hasta mi vientre y con la piel estremeciéndose le
siento llegar a mis ingles. Me tortura evitando mi sexo. La cama cede un poco y
sus manos me abren. La venda no parece ser suficiente, mis ojos se cierran
reclamando a los oídos información, pero antes de que ésta llegue su aliento me
recorre por encima del tanga. Pega su nariz, me huele y me lame antes de
suspirar dejándome sentir de nuevo su aliento caliente. Me abro, me expongo, le
acaricio la cabeza, la cara, pero decido olvidarme de él. Parece disfrutar así,
sin necesidad de mi atención, mi cuerpo ya le habla por mí calando ese trozo
pequeño de tela que sigue lamiendo, arrancándome así los primeros gemidos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Juega un poco y abandona mi coño para pedirme
al oído que no me mueva de donde estoy. Abandona mi cama y por unos instantes
sólo puedo sentir el deseo reptando por mis entrañas. Aguzo el oído intentando
adivinar qué hace y escucho sonidos de armarios en la cocina…apenas le percibo
cuando vuelve, descalzo como va. La cama me avisa de nuevo y no sé si en
realidad me relajo porque ha vuelto a mí o me tenso de manera gozosa imaginando
las mil y una cosa que me gustaría probar con él. Algunos pequeños sonidos,
casi sordos, me cuentan que me prepara algo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Me apoya los pies en la cama quitándome el
tanga y consiguiendo que el morbo y la desazón me invadan. Siento su mirada
clavada en mí. Me acaricio las tetas jadeando, necesito más, pero no lo pido,
contengo las ganas dejándolas salir a poquitos, disfrutando cada pequeño roce
que noto de sus manos. Me pellizco los pezones y mi pelvis comienza a tener vida
propia. Siento sus piernas apoyadas en la parte interna de mis muslos, debe
haberse arrodillado y sus dedos recorren esa raja que está abierta de par en
par esperándole. Un par de ellos se detienen en mi clítoris apretando con mucha
suavidad. La punta mojada de su verga me recorre desde abajo hasta mi clítoris
y se me escapa su nombre entre jadeos mientras torturo un poco más mis pezones.
Casi puedo verle mirándome, disfrutando su polla frotándose en mi vulva y contemplando
mi vagina abrirse y cerrarse, llamándole a gritos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Una vez más se empeña en ralentizar el
momento y se aparta de mí dejándome notar mi propio placer empapándome. Se
coloca a mi lado, susurra palabras cerca de mi oído animándome a no parar, me
quiere ver masturbándome como tantas veces le he contado que lo hacía pensando
en él. Cumplo sus deseos una vez más y brevemente casi olvido que está, sumida
como me hallo en mi propio deleite. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Un dedo húmedo recorre mis labios precediendo
en el juego a su lengua, a sus dientes mordisqueando e intercalándose con roces
sutiles de sus labios. Me alimenta con su respiración antes de abandonarme y
dejar mi boca de nuevo huérfana un momento. Me la come, la lengua se aventura
acariciando con tiento y despacio ese abismo donde mis labios terminan y ella florece
abriéndose para él. Pero es de nuevo un dedo el que la penetra, trae una carga
dulce, algo densa, y me apresuro a hacerlo preso. Lo chupo, degusto, succiono y
no puedo dejar de sonreír al sentir derretirse la crema de cacao con la que
empieza a alimentarme. El juego sigue y cuando al fin libera su dedo se dedica
a darme pequeños bocados de fruta, todos ellos untados de la rica crema, enrededando
su boca a la mía y a la comida. Kiwi, sandía, plátano, fresa…todos mezclados con su
sabor, con el mío y la espiral de excitación haciendo de las suyas por su
cuenta.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Mis dedos han pasado de masturbar a acariciar
porque con la omisión de la vista tengo la sensibilidad a flor de piel y el
clítoris, dolorido, pide un poco de clemencia. Pero necesito el contacto con su
polla y la agarro, la acaricio, se tensa cada vez más dura para mí. Comienzo a
sentir vértigo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Otro abandono. Que sea el último, pienso.
Escucho un leve chupeteo de dedos y su miembro deslizarse suavemente de entre
mis dedos. Espero. Por un momento me imagino en sus ojos: bien abierta de
piernas, con los ojos vendados, mis manos explorando de nuevo mi cuerpo y mi
sexo rezumando jugos desesperado por tener de nuevo su atención.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Le siento. Sus manos me acarician subiendo
desde los pies, por el interior, y espero sentirlas en mi coño pero es un
pequeño reguero frío en que noto resbalar y a continuación su lengua lamiendo
esa pequeña degustación de helado. Relame el improvisado recipiente y mi
espalda se arquea y mis piernas se abren aún un poco más si es que es posible.
No puedo más, me está destrozando y lo sabe. Gimo, balanceo las caderas y me
pego más a su boca restregándome, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin
poder pensar ya.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;">Me levanta las piernas agarrándome de los
tobillos y me penetra despacio, dejando que sienta cada centímetro de su verga,
permitiendo que también ella me saboree por fin. Los jadeos se mezclan con
gemidos, me aprieto de nuevo las tetas y dejo a mi cuerpo fluir moviéndome acompañando
su ritmo. Al poco me bombea llenándome por dentro, cada vez más deprisa. No
quiero gritar pero siento las olas del orgasmo, arreciando, acercándose a
medida que sus envestidas aceleran el golpeteo de sus testículos contra mis
nalgas a la vez que mi ser se aleja.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Le
escucho cada vez más lejos y dejo que el éxtasis me arrastre…</span><br />
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 11pt;"><br /></span><br />
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
</div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-51905921948752995162013-06-11T23:41:00.003+02:002014-06-06T16:28:35.029+02:00Pillada<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Voy en el tren escuchando Only you, de The Platters en mi móvil, y miro
pero no llego a ver el paisaje porque no puedo dejar de pensar en la última
sesión de sexo que hemos tenido. Han pasado dos años juntos ya pero estos
encuentros hacen que todavía me sienta como al principio. Aún quedamos de vez
en cuando en alguna habitación de hotel porque nos hace sentir esa sensación de
novedad primeriza.</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div align="center" class="separator" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyBuWqt5ueFnT6aKCHHAfRDOYUsclD1BpILBZ6lqD2Ej4mMlrKxevZog7iIJ-t6GB70oobowx4zMZaLPniMDHGFVLBDfQqyihZoTAhJ6-IKLnb5Udo7Fx2Wp3K8bS8YNC8ggOJ9x0x8Hd0/s1600/besito.jpg"><span style="text-decoration: none; text-underline: none;"><span style="mso-ignore: vglayout;"></span></span></a></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlNuhHwBqarIIqG61ZpyWsGo3abK2zNEC-8IWN5uVBmfAD0xCXe-cOdMlHOIKBP-QdwtMII6liB_bNrmKTO2QvMHs0ZgfixXrUSu_Pv71rM3iK-B4g3PFXHPPJ9VvREgACD11fel318m5u/s1600/besito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlNuhHwBqarIIqG61ZpyWsGo3abK2zNEC-8IWN5uVBmfAD0xCXe-cOdMlHOIKBP-QdwtMII6liB_bNrmKTO2QvMHs0ZgfixXrUSu_Pv71rM3iK-B4g3PFXHPPJ9VvREgACD11fel318m5u/s320/besito.jpg" height="320" width="310" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<a name='more'></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: justify;"> Escuché
el sonido de la puerta al cerrarse…acababa de llegar a la habitación, me había
pillado. ¡No podía ser!. Había calculado mal el tiempo y lo que pensé que sería
un rico orgasmo, de esos en soledad que apetecen a veces, se estaba
convirtiendo en una pillada en toda regla. Incluso me había buscado un vídeo de
dos chicas montándoselo que me gustaba ver cuando estaba sola. Intenté ponerme
siquiera el pantalón antes de que me encontrara de aquella guisa porque la
camiseta no me había molestado en quitármela. Pero…no, no me dio tiempo. Me
retrasé cerrando todo en internet. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: justify;">Allí
estaba, en el quicio de la puerta, mirándome con una sonrisa entre divertida e
incrédula no sólo en sus labios, sus ojos también sonreían. Sorprendida in
fraganti, con el pantalón sin terminar de subir y cara de culpabilidad, como
una chiquilla pillada en un acto que sabe inapropiado.</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">-
¿Qué haces? – él tan escueto como siempre.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">-
Nada… - sí, no se me ocurrió nada menos tonto que decir.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Podía
sentir perfectamente el calor en mi cara, debía estar roja en ese instante, y
se acercó. Me quitó las manos del pantalón y así, con él un poco bajado, me
acarició la cintura y la tripa con el reverso de sus manos. La piel se
me erizó y él constató que no sólo la piel había respondido a su contacto, mis
pezones parecían aplaudir su cercanía y le daban la bienvenida, puntiagudos,
por debajo de la camiseta. Me besó despacio, saboreando mis labios mientras
acariciaba mis pechos por encima de la ropa. Mi respiración se aceleró y le
agarré el culo arrimándome a él, intentando sentir si también él estaba
excitado. Me había pillado caliente, húmeda ya, y me estaba matando con los
pequeños pellizcos que empezó a darme en los pezones.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Por
un momento me quedé enganchada a su mirada azul intenso, una mirada que puede
atraparte y fulminarte, que transmite inteligencia y viveza. Pero en ese
momento sólo era capaz de ver en ella lujuria. No sonreía, seguía tocándome,
recreándose en jugar con sus dedos resbalando en mi carne, atrapados entre mi
coño empapado y el vaquero.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Sobé
encantada aquel bulto anhelado mientras seguía apretando ese culo que tanto
me gustaba. Le metí la lengua en su boca de nuevo, no aguantaba sentir
únicamente sus manos, y los besos se volvieron tan jugosos como los tocamientos
en mi sexo. Cuando su boca abandonó la mía, se dedicó a acariciarme el cuello,
el escote y fue dejando regueros de piel estremecida mientras su mano continúa
masturbándome incansable, con distintos ritmos. Por un momento necesito
apoyarme un poco en él porque mis piernas, y no a mi pesar, se han abierto
deseosas de más al sentir dos de sus dedos dentro de mí. Así, con mis manos
apoyadas en sus caderas y sus dedos jugando en mi vagina, decide parar y se
separa de mí. Me propina otro beso lento y profundo y me desnuda. No sé muy
bien si seguirle porque desde el desconcierto inicial ando algo lenta de
reflejos, pero no me da tiempo a seguir dudando.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">-
Túmbate.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Me
lo dice suave y su voz es sugerente, casi un poco ronca. Me acerco a la cama, a
esa enorme cama de hotel que siempre nos aseguramos tener, y lo veo
desvestirse. Me tiene en ascuas, sobre todo porque no lo veo acercarse y ahora
puedo ver su polla, ya liberada, enorme, tan ansiosa de saludarme adecuadamente
como yo a ella. Me recreo con la vista de su culo mientras se encamina al
sillón que hay en el rincón y adivino que, de momento, no me va a hacer
compañía en la cama. Me levanto. Apenas ha terminado de sentarse cuando ya
estoy frente a él, de modo que así, de pie, me coloco entre sus piernas y lo
veo mirarme mientras se empieza a masturbar.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Me
agacho despacio hasta arrodillarme, le rozo las ingles bajando a acariciarle
allí, entre esas bolas tan preciadas para él y el ano, esa zona aterciopelada
que le vuelve loco, viendo cómo su mano ha conseguido que su glande esté
brillante ya y le dejo seguir mientras me agacho y chupo sólo la punta. Le
miro, me gusta mirarle a los ojos mientras se la chupo y ver cómo le cambia la
mirada y hasta la cara en un gesto lascivo. Noto cómo crece y la meto entera en
la boca disfrutando de que él me deje hacer a mi antojo, acercando mi mano para
que la moje con su boca antes de empezar a masturbarle con ella. Se entretiene
metiéndose un par de dedos en su boca, los lame, chupa, succiona y yo le imito
abajo…le dejo sentir mis labios presionando bien mientras mi lengua le
acaricia. La recorro bien de arriba abajo con mi boca y la noto hincharse, cada
vez más dura, poniéndome con ello cada vez más caliente. Recupero mi mano,
agarrándole desde abajo y con mi boca desde arriba, encontrándose ambas a medio
camino, despacio, saboreándola. No pierde detalle y empieza a jadear, lo que
hace que me ponga más cachonda de lo que ya estaba y le succione con más
intensidad. Entretanto, mi otra mano aprovecha para palpar mi entrepierna
encharcada ya.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Pero
parece querer recuperar las riendas y separa mi cabeza suavemente. Abandono su
erección relamiéndome, sé cuánto le gusta eso, y me premia comiéndome la boca
degustando su sabor. Me susurra al oído, como si alguien pudiera escucharnos, y
me pide que me masturbe para él.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Completamente
desnuda y encendida me voy a la cama...tan excitada que siento mi coño quejarse
por la falta de atención. Palpita, se encoge, empieza a doler. Me coloco a
cuatro patas en la cama, bien abierta de piernas, para que pueda ver bien mi
culo y cómo esa cueva caliente y húmeda que tanto le gusta explorar está con la
entrada hinchada, rebosante. Me deleito en ese momento. Sé que seguramente me
ve las tetas a través del arco de mis piernas, con los pezones picudos.<span style="background: white;"> </span></span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Le
miro desde aquella postura que me deja exhibiéndome para él y que siempre
consigue elevar mi placer a otro nivel. Y así, bien expuesta, observando
hipnotizada cómo él continúa masturbándose para que su excitación no decaiga,
comencé mi propio camino sin dejar de mirarle y sin dejar de explorarme de
nuevo, una vez más, y sin embargo redescubriéndome de nuevo para él.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Tocándonos,
en la distancia, los únicos sonidos son los de las respiraciones entrecortadas,
aceleradas, cada vez más rápidas. Gemidos. Quisiera tocarle, besarle, que
viniera y me llenara entera mientras sus manos me dictan su ritmo. Mi piel
ruge. Toda ella es un mar, una sola voz que me grita anhelando sentirle.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">-
¡No pares! – le escucho decir.</span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Y
abro los ojos porque no era consciente pero los había cerrado porque mi
maremágnum interno se ha disparado. El lo percibe en la urgencia de mis gemidos
y un segundo después lo noto detrás de mí. Su polla sustituye a mi mano y
siento su erección empapándose en mí. Me pego a él buscando más contacto y me
empuja suavemente hacia adelante. Caigo en la cama.</span> </span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div align="center" style="text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZVnxO58REsOxG_Gi7gJFkDAdiww0zIw2_tpngDg-l1sjV4Fc-CA16eHg49cpb5ZyotFgOFiDGHRNxahmH9yPBpbbOCc-jXlgVcH7NFMkHzATnNYTTb7aTiOPtmI_J_1tCwQFgvwtcUawC/s1600/cuerpos2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZVnxO58REsOxG_Gi7gJFkDAdiww0zIw2_tpngDg-l1sjV4Fc-CA16eHg49cpb5ZyotFgOFiDGHRNxahmH9yPBpbbOCc-jXlgVcH7NFMkHzATnNYTTb7aTiOPtmI_J_1tCwQFgvwtcUawC/s320/cuerpos2.jpg" height="202" width="320" /></a></div>
<div align="center" class="separator" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="text-decoration: none; text-underline: none;"><span style="mso-ignore: vglayout;"></span></span></span></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div align="center" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"></span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">Una
vez tumbada boca abajo, me acaricia la espalda, las nalgas y me abre de
piernas. Ahí viene, me escucho pensar. Me penetra con un movimiento casi
brusco, con ansia, siento cómo su cuerpo se apoya sobre mí, me aprisiona, no
pudiendo moverme más que apenas un leve movimiento de pelvis, y es lo que hago.
Y así, con él en mis entrañas, llenándome entera, hasta el fondo, comienza su
danza. </span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 11pt;">Entra,
sale. Despacio, más deprisa. Noto su cadera moverse en pequeños círculos y cómo
esa polla que no sólo ha llenado mi coño sino también mi mente, provoca que
sienta llegar el orgasmo…hasta que soy incapaz de pensar más.</span></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 11pt;">También
ahora, en el tren, he cerrado los ojos. Sonrío, como una boba, anhelando ya de
nuevo sus manos, sus miradas, sus besos, su voz. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
</div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-26362788189391254792013-04-16T17:39:00.002+02:002014-06-06T16:23:43.068+02:00Frente al espejo<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aquí estoy, saboreando un café y
deleitándome con los rayos de sol, que ya con el cambio de estación, puedo
disfrutar en mi salón a media mañana.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Acaba de marcharse y aprovecho para asimilar cómo me siento con este nuevo
paso, con esta otra que ha aparecido. Ella ha llegado sin avisar y de su mano.<br />
<br />
Sus ojos era lo único que miraba
de él a través del espejo a pesar de estar desnudo de cintura para arriba.
Estaba detrás de mí y apenas me había dado cuenta de cuándo llegó. La discusión
había sido de órdago, se nos había ido de las manos, y habíamos dicho cosas por
primera vez bastante fuertes. Se había marchado de casa dando un portazo, un
golpe que me sobresaltó y fue el resorte que dio rienda suelta a mi llanto.
Antes siquiera de que se marchase yo ya me había arrepentido de mis palabras y,
conociéndolo, imaginaba que él también. Tras el llanto me metí en la ducha para
intentar relajarme y posiblemente el sonido del agua hizo que no le escuchara
regresar. Efectivamente, me había relajado, y estaba allí, con tan solo unas
braguitas cubriéndome, Sade de fondo y repasando mentalmente la trifulca
mientras me desenredaba el pelo mojado cuando su imagen apareció detrás de mí
en el espejo del baño. Los ojos le brillaban, quizá yo no era la única que
había probado el sabor de las lágrimas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWeHeygQBa_FQE35lRiRffc2WTx4oIePexftECoAF79BhzwWa1i-wg6U4gaFSvjuhC-1yhCJ8b6vP5cA-aVnsSGWjUfBVLpxhiBc_HaRvw_tBIHpQkz-bukKJNXL-9PUDwHMmbQ9WMDvoY/s1600/frente-al-espejo1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWeHeygQBa_FQE35lRiRffc2WTx4oIePexftECoAF79BhzwWa1i-wg6U4gaFSvjuhC-1yhCJ8b6vP5cA-aVnsSGWjUfBVLpxhiBc_HaRvw_tBIHpQkz-bukKJNXL-9PUDwHMmbQ9WMDvoY/s320/frente-al-espejo1.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dejé mi pelo y nos mantuvimos la
mirada, pero no era un reto, era una mirada cargada de disculpas y cariño.
Comencé a sentir sus dedos en mi espalda siguiendo algunos regueros de agua que
iban dejando las gotas que resbalaban desde mi pelo, y con la sensación del
agua en mi piel y las caricias de sus dedos me estremecí un poco. Sus dedos se
deslizaron a lo largo de mi cintura, rodeándome hasta abrazarme, mientras los
de la otra mano seguían las gotas que caían sobre mis pechos. Empecé a notar
frío por la mezcla de mi cuerpo desnudo con el pelo mojado y sentí cómo mis
pezones se ponían duros porque al frío se añadía el roce de sus dedos y su piel
contra mi espalda. Pero el deseo esa vez vino golpeándome fuerte, no quería
dulzura, quería una reconciliación a la altura de la discusión y quería que me
follara, que me tomara con fuerza y sin preámbulos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se percató del cambio en mi cara,
la boca entreabierta, los ojos pasando del cariño al deseo y yo vi en los suyos
el morbo mientras esbozaba una sonrisa más que traviesa. Mis manos se
adelantaron a cualquier reacción suya volviéndose a mi espalda y comenzaron a
desabrochar sus vaqueros, sin llegar a bajarlos, deteniéndose antes en
comprobar si el morbo de sus ojos iba acompañado por la dureza que yo esperaba
en su polla. La acaricié complacida al ver que estaba tan deseosa de mí como yo
de sentirla dentro y aún creció algo más mientras mis manos la acariciaban y
presionaban a través del pantalón. Sus manos habían bajado a mis caderas y se había
separado un poco para que mis manos maniobraran mejor. Sentí mi coño palpitar y
la urgencia por sentirla dentro hizo que la liberara de la ropa que la mantenía
oculta y le bajé los pantalones pero no me entretuve en bajarlos del todo. Una
vez liberada parecía ansiarme tanto como yo a ella y noté cómo se apoyaba sobre
mi trasero.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desde las caderas, sus manos se
dedicaron a bajar mis bragas sólo hasta donde lo necesitaban, justo debajo del
culo, y metió una de ellas entre mis piernas, creo que con la intención de
prepararme para metérmela pero se encontró con mi vulva empapada ya, los labios
hinchados. No le di más tregua, bien apoyada en el lavabo le empujé un poco
hacia atrás con mi culo y me incliné, ofreciéndome. El efecto fue inmediato, no
me hizo esperar más y sentí, encantada, cómo me penetraba. Empujé de nuevo, fuerte para
que no hubiera dudas, quería que me follara fuerte, quería sentirlo bien
adentro, y agarrado otra vez a mis caderas me dio lo que sin hablar le había
pedido.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sólo entonces dejé de mirarle a
los ojos, sólo entonces me permití cerrarlos y dedicarme a sentir, a ir a contratiempo en el vaivén, a
disfrutar y escuché mis jadeos como si provinieran de otra persona, desde
afuera. Empezó a darme tan fuerte que pasé de los gemidos a gritar un poco con
cada embestida. Parecía querer partirme en dos. Abrí los ojos y su cara ahora estaba en ese punto que tanto me
gustaba, notaba en el culo cómo golpeaba su pelvis (tuve que agarrarme fuerte
al lavabo para contener sus acometidas y que me siguiera encontrando en el
mismo punto, sin flaquear) y cuando me vio mirarle me palmeó el culo con un
golpe seco, corto, de esos que dolían un poco y que conseguían disparar todavía
más mis ganas. Comencé a subir el ritmo porque quería más, sentía la boca seca
y el corazón se había bajado hasta el clítoris, lo sentía palpitar tanto que
dolía.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- Cabrón – le dije.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y entonces paró. No podía
creerlo. Lo que salió de mi garganta fue un sonido gutural entre queja y
sorpresa que él acalló poniendo su mano entre mis labios, allí abajo, dejando
que se empapara bien de mí y así, con la mano mojada me acarició hacia atrás
entre las piernas mientras yo las abría para sentirle mejor. Su mano siguió
subiendo y llegó al ano, donde se paró. Mi mirada cambió ahora,
sentí temor a expresar algún reparo en voz alta para no romper el hechizo de
esa conversación silenciosa que manteníamos y con la otra mano, ahora ya
bailando entre mis pechos y mi cintura me pegó de nuevo a él. No sabía
muy bien cómo iba a terminar aquello y me tensé un poco. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sentí la yema de su dedo gordo,
empapado de mí, en aquel agujero que no estaba acostumbrado a que le prestaran
atención y la tensión se esfumó. Era deliciosa la sensación de esa yema carnosa
allí, jugueteando con entrar. Me incliné más. Quería más.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se separó un instante para coger
posición y sentí su polla dentro otra vez, sin miramientos, casi forzando la
entrada a pesar de la excitación. Grité. Le miré porque quería que viera mi
cara, mi placer y entonces agachándose un poco, lo dijo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- Puta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La mezcla de shock y placer al
escuchar la palabra me dejó inmóvil un segundo. Me miraba a los ojos,
desenfrenado, golpeando mi culo con su pelvis sin piedad. Yo había seguido
jadeando sin ser casi consciente de ello pero había notado dispararse mi lujuria desde
que le escuché llamarme puta. Noté que su dedo dejaba ese nuevo pozo de deseo
descubierto y sentí algo de pena, bajó un poquito el ritmo ahora, y le vi clavar
su mirada en su verga entrando y saliendo despacito de mí. Chupó su dedo
meñique y me miró con un “adivina qué” en sus ojos mientras acariciaba con él
de nuevo mi ano. Esta vez no se contentó con acariciar y lo metió. No pude seguir mirándolo, la
mezcla de los dos placeres era tan intensa y nueva que mi carne reclamaba mi atención. Ni siquiera eran dos embestidas sincronizadas y me estaba volviendo
loca. Acaricié mi clítoris y empujé, empujé, empujé…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La intensidad del orgasmo con su
dedo en mi culo fue fabulosa. Se percató de que mis piernas flojeaban y me
sujetó mientras me daba sus últimas arremetidas antes de correrse. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una vez que salió fuera de mí,
volvió el momento de los abrazos y ese contacto de pieles suave y lleno de
ternura al que me tiene acostumbrada. Pero ya no estábamos sólo los dos frente
al espejo, esa nueva yo había aparecido nítida, con fuerza y había venido para
no marcharse. <br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
</div>
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caliente de imaginar algún desenlace viable. Todo era posible, el rechazo ante
una situación en que me insinuara lo suficiente como para dejar claras las
intenciones, o también que mostrara las cartas abiertamente y pudiera yo dar
rienda libre a mis deseos. Eso era lo que me estaba consumiendo, el deseo, cada
vez más cargado de un cierto cariño según nos íbamos conociendo. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%; text-align: justify;">No pasaba</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%; text-align: justify;"> </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%; text-align: justify;">un día sin que la tentara en mis fantasías de
mil y una maneras diferentes: delicada y tierna a veces; directa y sin tapujos
otras; pero siempre con una pasión desbordada. Se convirtió en mi compañera de
cama sin haberla compartido todavía pues cada roce, cada masturbación, venía de
su mano. Eran tantas las ganas, había pasado tanto tiempo desde que comenzara
esta fijación, que se estaba convirtiendo en obsesión.</span><br />
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">La imaginaba en la cocina con un tarro de
helado en la mano y cara traviesa, lamiendo despacio una cuchara llena y
dejando que se deshiciera lentamente en su lengua roja, caliente, esperando a
compartir conmigo esa misma cucharada. Pero al día siguiente la situaba tímida
en el portal, arrinconada en una esquina, después de un cine, una cena cargada
de miradas y un par de copas, rozándome apenas con sus labios al besarme y dejándose
tocar, pasiva pero sin remilgos.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">"Proposición indecente" decía el
asunto del correo electrónico que me envió, con el nombre del lugar y el día
del supuesto encuentro. No acierto a describir el momento de shock que viví y
las emociones que me embargaron. Perdí la cuenta de las veces que lo releí o
que volví a comprobar que realmente no era producto de mi imaginación aquel
correo.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Llegué pronto pero fue cuando estaba en la
barra, pidiendo ya la segunda copa, cuando sentí una mano en mi trasero. La
sentí como una mezcla de roce y palpar suave, sin detenerse pero dejándome
notar el tacto de la mano abierta. Me quedé inmóvil un momento sin poder
reaccionar, era demasiado evidente y a la vez sutil el movimiento, lo
suficientemente rápido para no ser obvio para el resto de ojos y lento para
hacerme consciente. ¿Consciente de qué?, casi tenía miedo de girar la cabeza y
ver quién me provocaba de esa manera tan delicada y al mismo tiempo descarada
por si no era quien yo esperaba. Giré la cabeza a la izquierda, que era por
donde había terminado de sentir el roce y no había duda posible, nadie más a mi
lado. Allí estaba ella. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<div style="line-height: normal; text-align: start;">
<br /></div>
<div style="line-height: normal; text-align: start;">
<br /></div>
<div style="line-height: normal; text-align: start;">
</div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">Al sentir que la miraba se giró hacia mí con una mirada serena, y una sonrisa que me dejaron sin aliento por el descaro y que consiguieron que me recorriera el cuerpo ese sabor añejo del miedo. El miedo a lo largamente deseado. Sus ojos oscuros me estaban atravesando y veía cómo me recorría la cara, deteniéndose en la boca. En un acto mecánico, irresistible, abrí apenas mis labios y pude ver asomar una mirada en su cara que hizo que replegara velas y me marchara de allí con la copa temblando en mi mano. Ya lejos de ella, cuando me relajé un momento pude sentir que mi respiración se había alterado un poco y busqué un sitio donde poder sentarme y pensar. En el local había una zona chillout en la que me refugié. Pero apenas me acomodé sentí la necesidad de buscarla, saber dónde estaba y, al ver que no estaba en la barra, una punzada de decepción consiguió que me calmara de golpe. Quizás eso era todo. Había huido, y sin embargo, recordando su mirada en mi boca y el roce en mi culo sentí calor entre mis piernas.</span><br />
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;"> Estaba intentando decidirme entre dar el tema por perdido o levantarme y buscarla, pero, ¿buscarla para qué?, ¿para intentar aclarar algo, acaso?. Entonces mi debate interno quedó callado cuando la vi acercarse, de nuevo mirándome fijamente a los ojos, retándome calladamente, y se sentó a mi lado. No me rozaba, ni me tocaba parte alguna de su cuerpo pero estaba tan cerca que no me atrevía a moverme o yo la rozaría. Así, en ese terreno desconocido para mí, sentí mi cuerpo lleno de dudas y anhelo por la promesa de su cuerpo. Ese cuerpo que llevaba tanto tiempo deseando.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">En un arranque de confianza decidí recorrer la mitad del camino y puse mi mano entre nosotras dos. Esperé. Ni una mirada, ni una palabra, ningún indicio de respuesta y mi corazón latiendo a mil por hora. Momentos después, sin mirarme siquiera sentí que se movía, recostaba un poco su cuerpo hacia atrás y ponía su mano detrás de mí, pegada a mí. Podíamos pasar por dos amigas en un gesto amistoso de ella pero yo percibía su brazo rozando ahora mi espalda y cómo con su dedo acariciaba mis nalgas. Agaché la cabeza un poco y cerré los ojos saboreando un instante esas sensaciones. Podía sentir más intensamente ahora mi entrepierna y notaba el hormigueo por todo el cuerpo. Entonces se acercó y me susurró al oído, “ven”. Fue un susurro, un momento apenas pero me rozó el calor de su cuerpo al acercarse y de su boca, más en mi cuello que en mi oído.</span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">Se levantó aprovechando para tocar mi brazo mientras se iba y, sin pensar, la seguí. No tenía idea de dónde iba pero la expectación hizo que mis bragas se mojaran, me había excitado sólo con la idea de abrazarla, besar la piel de aquella mujer que desprendía una sensualidad que había logrado despertar mi libido de nuevo. Entró en el baño y pasé tras ella pero no tenía ni idea de qué hacer después o cómo reaccionaría si había más mujeres allí. Llevaba el corazón en la garganta y la entrepierna casi dolorida por la excitación. Nadie más dentro. Se cerró la puerta detrás de mí y, al girarme, la tenía a diez centímetros de mi cuerpo mientras yo miraba nerviosa si había otras puertas de las que pudiera salir alguien en cualquier momento. Sentí sus manos en mis caderas. No sabría decir si todo se movía a cámara lenta o por el contrario, muy deprisa. Sólo era capaz de mirarla, dejarme hacer, andaba completamente perdida y la deseaba demasiado. De manera decidida sus manos pasaron de mis caderas a mi culo y me acercó a ella…definitivamente iba a pasar. </span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">Aspiré su aliento dulce mientras se acercaba despacio y rozó mis labios carnosos, suaves, y el beso era nuevo, delicado pero urgente. Le agarré por la caderas y me noté empapada. Abría más mi boca y sentía su lengua rozar la mía, un poco más adentro después, y entonces fui yo la que la besé con premura porque yo también quería coger, no sólo dar. Le mordí un poco el labio y noté cómo se pegaba a mí, cómo sus pechos me rozaban, y subí mis manos, quería tocarlos, me moría por tocarlos. No podía creer cuánto me gustó la sensación y apreté un poco. Me pareció palpar los pezones duros a través de la tela. Se apartó un momento de mi boca para echar la cabeza un poco hacia atrás y entretanto sus manos seguían en mi culo, apretando y manteniéndome pegada a ella, restregando su sexo con el mío. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">Aproveché para besarle el cuello, esa aterciopelada piel a la que mis labios se pegaron por primera vez y lamí suavemente oyéndola gemir mientras me negaba a soltar sus pezones de entre mis dedos; pero entonces me subió el vestido mientras me acariciaba los muslos por dentro y me frotó la entrepierna, las braguitas completamente empapadas e introdujo sus dedos en mi sexo. Empecé a moverme restregándome contra su mano, apenas podía creer que me estuviera masturbando, y nos comimos de nuevo la boca, con un baile de lenguas en el que parecía que también ellas se quisieran follar. Me sentí más valiente entonces y la toqué; puse mi mano en su coño, agarrándolo entero, y sintiendo su ropa interior también caliente, mojada. Había urgencia ahora en la manera de restregar nuestros cuerpos y de repente tocaron a la puerta.</span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">Volví a la realidad, estaba en un baño metiéndome mano con una chica. </span></div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">Nos separamos y nos recompusimos la ropa, yo nerviosa y frustrada, y la miré mientras me sonreía con la boca y me comía todavía con los ojos. Abrió la puerta, tranquila, y salió de allí sin mirar atrás, sin importarle el tono y las palabras de queja de aquella que entraba. La seguí, incapaz de quitarle los ojos de encima, mientras que únicamente era consciente del calor y el dolor que tenía allí abajo por el calentón insatisfecho. </span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;">Se dirigió hacia la salida y seguí su estela a cierta distancia cuando, de repente, la vi girarse y acercarse de nuevo a mi. </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Me miró muy cerquita a los ojos y besó de manera tierna mi mejilla.</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 22px;"> “¿Nos vamos a casa?”, dijo, y yo asentí. Y entonces sí la seguí, a casa; por fin iba a hacer realidad mis fantasías con mi compañera de piso.</span></div>
</div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
</div>
EJhttp://www.blogger.com/profile/03901476232707485426noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1836976146417399137.post-38105489788766835192013-03-26T23:32:00.002+01:002023-10-19T15:03:03.785+02:00Despertares<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Desperté y lo tenía pegado a mí. Podía
sentir el calor, el cosquilleo de su vello en mi espalda y la dureza de su pene
pegado a mis nalgas. No se movía. Un brazo rodeaba mi cintura y el otro, bajo
mi cuello, se había colado buscando la mano un camino entre mis pechos para
poder llegar a rozar uno de mis pezones. Sus piernas, pegadas a las mías,
intentando no dejar resquicio alguno entre mi cuerpo y su miembro duro, ése que se había acoplado a aquel pliegue entre las carnes prietas y parecía
haberse refugiado allí como si fuera la última trinchera. De vez en cuando, apenas un suave
movimiento de lado a lado y hacia delante, como unos pasos de baile dados sin
pensar, lo justo para asegurar la posición.</span><br />
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Me resistía a moverme y así, aún
adormilada y con los ojos cerrados, disfrutaba de la sensación del calor de su
piel, su roce en la espalda y aquella polla dura llena de promesas. Él no
era consciente todavía de que había despertado, ni siquiera estaba segura de
que él estuviera despierto del todo. Mi cuerpo empezó a reaccionar y el calor
ya no provenía de él, sino de mí, de cada poro de mi piel. Me moví un
poco, asegurando que no cabía entre mis nalgas nada más que aquella verga
empalmada, lista para mí. El movimiento hizo que mis muslos se rozaran y sentí
mi sexo húmedo, expectante. </span></div><div style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px;"><br /></span></span>
<a name='more'></a></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Un instante después sentí su mano, había
dejado mi cintura y se abría paso entre mis muslos desde la parte baja de mi
culo, desde allí donde esas dos preciosas bolas golpearan apenas unas horas
antes. Me dejé llevar de nuevo y le despejé el camino a aquella mano
aventurera, sólo un poco al principio, lo justo para dejarla pasar y que
tuviera que restregarse con mis piernas hasta llegar a mi vulva.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%;">El sol calentaba tenuemente mi cara, la
mañana estaba avanzada ya, su mano en mi sexo y su polla apretada contra mi
culo. Su respiración se aceleró un poco y sentí su boca en mi nuca, entre el
pelo. Y entonces, mientras pensaba en la suerte de ese despertar después de
meses de sequía, con el sopor de estar aún despertando y sin haber abierto
siquiera los ojos todavía, otro pequeño movimiento detrás provocó que toda
aquella dureza pasara a estar pegada a mi coño. Su pelvis bien pegada a la
parte baja de mi trasero y su verga llenando ahora aquel surco húmedo desde
bien atrás hasta mi clítoris.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Quería poseerla, hacerla mía sin sentirla
dentro y acerqué mi mano, cubriéndola toda, de manera que pudiera sentir mi
vulva mojada, bien abierta por un lado y mi mano rodeándola por la otra. Le
escucho gemir en un susurro y me sonrío. Me suena a gloria. Besa mi nuca de
nuevo y pasa de acariciar a pellizcar ese pezón en el que hasta ahora había
descansado su mano de manera perezosa. Así, bien pegadita a él, me muevo un
poquito restregándome contra la polla y enseguida noto el glande
empapado, resbaladizo, y lo acaricio con el pulgar haciendo círculos. El mete
sus piernas entra las mías y me ayuda en ese vaivén, adelante y atrás, lento y
cortito. Noto cómo su glande acaricia y choca levemente contra mi clítoris y
empiezo a jadear. No me conoce, pero ya se llevó anoche su ración de gemidos y
pequeños gritos mientras me follaba. </span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Mis caderas aceleran el ritmo y noto mis
tetas apretadas, masajeadas, con los pezones duros bajo el constante asedio de
sus pellizcos. Mi mano aprieta ese miembro que parece a punto de reventar y me
dejo ir. Dejo de pensar, ya no soy capaz, y a lo lejos, como si mi mano
fuera algo externo a mí, siento cómo él se derrama mientras me sigo adentrando
allí donde me elevo para luego caer, sin que nadie pueda seguirme.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><o:p></o:p></i></div>
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