lunes, 6 de junio de 2016

Cambio de Rumbo II

[ "DEMASIADO OCUPADO" en krakens y sirenas Colaboración del 04 de junio de 2016]

Suena el despertador y quiero bajarme del mundo, un ratito. Me llega el olor a café, y no necesito alargar la mano para saber que el otro lado de mi cama está vacío ya. Voy directa a la cocina o ya no tendré ni siquiera ese abrazo en la mañana que, a pesar de llevar dos años viviendo juntos, aún necesito. El estrés no le quita la sonrisa, ahí está, toda mía en cuanto me ve entrar, y prepara mi taza especial para servirme el líquido que siempre digo que me da media vida, cada mañana. Le abrazo, hago hueco en su cuello, cierro los ojos y me transporto unos segundos, no tengo mucho más. Estoy en casa. Ese abrazo es el que me da la vida en realidad, pero lo callo, lo sabe.

Se marcha a la carrera, como siempre, y saboreo el café un poco, paladeando el eco de sus brazos en mi cuerpo. Las margaritas me sonríen desde la mesa de la cocina y es que, son las únicas a las que miro, despreciando el rojo ensordecedor de las rosas a su lado; como a él, que es el único al que sigo deseando. Aún me sorprende ese ramo, él no es especialmente detallista.

jueves, 2 de junio de 2016

Cambio de Rumbo I

 ["TACONES, MENTIRAS Y UN MOTE"L: colaboración en krakens y sirenas el 15 de Mayo de 2016]

“¡Tacones!”, farfullo. Los malditos tacones de vértigo sobre los que camino son los que me están matando. Él dice que me balanceo sobre ellos de una manera que le marea, pero ya le explicaré el efecto que tienen en mis pies. En realidad ha sido culpa del coche, que me ha dejado tirada a… ¡Joder, no sé a cuánto estoy de la dirección que me ha dado! Llevo caminando veinte minutos, a doce centímetros del suelo, y según el navegador de mi móvil, aún me falta un tercio de la distancia. Respiro hondo, paso de que este mal humor me joda la aventura.

Nota mental: coger algo más que las llaves del coche y el móvil la próxima vez.

Reduzco el paso y repaso el plan en mi cabeza. No me espera en la recepción y cuando, hace quince minutos, ha preguntado por whatsapp si pasaba algo, mi respuesta simplemente ha sido “un contratiempo”. No hay ningún cartel luminoso que indique que he llegado, pero ya lo he hecho, según mi móvil.

“Ya estoy aquí”. “Apartamento 212”.