["BORRAR LO QUE ESCRIBIMOS", colaboración en krakens y sirenas el 20 de Abril de 2016]
El folio parece bailar al ritmo del temblor de mis manos. Los ojos
siguen brillantes por la emoción. Hace una semana que estoy de vuelta,
en casa, y acaba de llegarme la carta. Tengo clavada en la memoria su
sonrisa y mirada tierna, con el flequillo casi tapándole un ojo, de esa
manera descuidada en que le gusta llevarlo. Estábamos en la cocina esa
última mañana, con el desayuno por testigo y casi sin tocar; acariciaba
mis manos distraídamente, como si fuera una conversación más de las que
habíamos tenido ese mes.
Un mes. Un mes entero, con sus días y sus noches, que no podré
olvidar. Me lié la manta a la cabeza y decidí no partir mis vacaciones
este año. La situación en casa llevaba meses tensa, ambos necesitábamos
un poco de distancia, así que mataba dos pájaros de un tiro (y no sabía
si, de paso, las pocas esperanzas vanas que aún me quedaban). El pensar
en un contacto de una red social, a quien no has de dar muchas
explicaciones porque no sabe demasiado de la situación en casa, se me
antojó perfecto como vía de escape.
Se lo propuse y aceptó, así de sencillo. Y así ha fluido todo desde
el principio, con una compenetración que no admitía dudas ni reparos.
Vive junto al mar, ¿cómo no iba a apetecerme? Eso me dije…y que es buena
gente, y que me transmitía un buen rollo que no podía ignorar. Eso
también me lo dije. Lo que hice fue ignorar el magnetismo de su sonrisa y
su mirada tierna. Malditos ojos. Maldita boca.
Blog de historias, algunas eróticas, con las acariciar el alma y la mente, desde el otro lado del espejo.
martes, 13 de diciembre de 2016
jueves, 21 de julio de 2016
Cambio de Rumbo III
["RUMBO FIJADO": colaboración en krakens y sirenas el 29 de Junio de 2016]
El sol calienta, casi quema la piel que
ya muestro y claro, como todos, echo de menos lo que no tengo. Ahora me
gustaría que anduviera lloviendo, con el sonido de las gotas golpeando
la ventana. Sí, la usaría como excusa para esta tristeza que se me ha
agarrado al corazón. No hay nada roto, sólo ha sufrido arañazos pero
este cambio de rumbo ha sido forzado, así que le he pedido tiempo y me
lo ha dado; ninguno de los dos esperaba que yo me fuera a sentir así,
sobre todo yo. ¡Con lo que había meditado la situación y sus posibles
consecuencias!
Aquella primera vez en el motel, eso
recuerdo ahora… ¡Si lo hubiéramos dejado ahí! Pero él, una vez abierta
la puerta, quería más. Fue excitante, diferente; encontré en aquel motel
a un hombre al que no conocía, que me hizo mirar a una parte de mí que
no reconocía tampoco. A pesar de que yo había hablado de reglas, ciertas
normas para fluir ambos en la misma dirección, una vez allí, ninguno de
los dos las cumplimos. El sexo pasó a ser salvaje, usábamos las miradas
de amor y deseo, tan reconocibles entre nosotros, como preliminares
para embestirnos a continuación como si jamás hubiésemos follado juntos.
Hasta esa noche nunca había desconectado tanto de la que suelo ser; me
olvidé de quién he sido o cómo suelo ser. Y me gustó.
lunes, 6 de junio de 2016
Cambio de Rumbo II
[ "DEMASIADO OCUPADO" en krakens y sirenas Colaboración del 04 de junio de 2016]
Suena el despertador y quiero bajarme
del mundo, un ratito. Me llega el olor a café, y no necesito alargar la
mano para saber que el otro lado de mi cama está vacío ya. Voy directa a
la cocina o ya no tendré ni siquiera ese abrazo en la mañana que, a
pesar de llevar dos años viviendo juntos, aún necesito. El estrés no le
quita la sonrisa, ahí está, toda mía en cuanto me ve entrar, y prepara
mi taza especial para servirme el líquido que siempre digo que me da
media vida, cada mañana. Le abrazo, hago hueco en su cuello, cierro los
ojos y me transporto unos segundos, no tengo mucho más. Estoy en casa.
Ese abrazo es el que me da la vida en realidad, pero lo callo, lo sabe.
Se marcha a la carrera, como siempre, y
saboreo el café un poco, paladeando el eco de sus brazos en mi cuerpo.
Las margaritas me sonríen desde la mesa de la cocina y es que, son las
únicas a las que miro, despreciando el rojo ensordecedor de las rosas a
su lado; como a él, que es el único al que sigo deseando. Aún me
sorprende ese ramo, él no es especialmente detallista.
jueves, 2 de junio de 2016
Cambio de Rumbo I
["TACONES, MENTIRAS Y UN MOTE"L: colaboración en krakens y sirenas el 15 de Mayo de 2016]
“¡Tacones!”, farfullo. Los malditos tacones de vértigo sobre los que
camino son los que me están matando. Él dice que me balanceo sobre ellos
de una manera que le marea, pero ya le explicaré el efecto que tienen
en mis pies. En realidad ha sido culpa del coche, que me ha dejado
tirada a… ¡Joder, no sé a cuánto estoy de la dirección que me ha dado!
Llevo caminando veinte minutos, a doce centímetros del suelo, y según el
navegador de mi móvil, aún me falta un tercio de la distancia. Respiro
hondo, paso de que este mal humor me joda la aventura.
Nota mental: coger algo más que las llaves del coche y el móvil la próxima vez.
Reduzco el paso y repaso el plan en mi cabeza. No me espera en la
recepción y cuando, hace quince minutos, ha preguntado por whatsapp si
pasaba algo, mi respuesta simplemente ha sido “un contratiempo”. No hay
ningún cartel luminoso que indique que he llegado, pero ya lo he hecho,
según mi móvil.
“Ya estoy aquí”. “Apartamento 212”.
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